Qiao Lian miró a Su Penghao con interrogación —¿Líder Zombie, tú mismo tienes un trasfondo notable? ¿Realmente crees en sus palabras?—. Su comentario tomó por sorpresa a Su Penghao y este frunció el ceño.
—¿Realmente piensas que un entrenador no sabría qué campeón debería prohibir el equipo? —Su Penghao se mantuvo en silencio.
Qiao Lian suspiró —Líder Zombie, ¿confías tanto en Hada Morada?
Su Penghao levantó la cabeza y la miró fijamente —No es en ella en quien confío, creo en Xiao Qiao. Xiao Qiao y Zi Chuan eran personas impresionantes y bien consideradas en aquellos días. Y aunque han pasado ocho años desde entonces, creo que ella todavía no usaría medios deshonestos.
Qiao Lian se quedó atónita al oír esto.
Sintió un calor repentino en su corazón.
Ella y Zi Chuan habían desaparecido del mundo de los juegos durante ocho años.
Pero todavía eran recordados.