Durante los dos siguientes días, Qiao Lian fue al trabajo como de costumbre. Después del trabajo, volvió a la habitación que había alquilado y donde se había quedado anteriormente.
Desde aquel día, Shen Liangchuan parecía haber desaparecido sin dejar rastro y no la había llamado en estos dos días.
Tampoco ella tomó la iniciativa de contactarlo.
Su vida parecía haber retrocedido en el tiempo un mes en un instante.
De vuelta a su rutina de nueve a cinco y a su horario monótono.
Estuvo muy ocupada. Tan ocupada que solo había dormido unas pocas horas en estos dos días. Esto era porque si se quedaba sin hacer nada, se sentiría muy triste, como si el océano fuera a ahogarla en él.
Pero esa tarde, recibió una llamada de Song Cheng que decía: "¡No puedo encontrar a Hermano Shen!"
Era la primera vez que tenía noticias de él en estos dos días.
Pero sus palabras de repente la impactaron. —¿Desde cuándo?