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Cuando Su Meimei terminó de hablar, extendió su mano y sujetó fuertemente a Liu Zhixing. Una sombra de tristeza brillaba en sus ojos.
Por supuesto, ella sabía que Liu Zhixing estaba interesado en Qiao Lian.
Por un lado, despreciaba la nobleza y virtuosidad de Qiao Lian; por otro, se alegraba de que Qiao Lian no estuviera junta con Liu Zhixing. De lo contrario, basándose en el aspecto bonito y coqueto de Qiao Lian, Liu Zhixing definitivamente ni siquiera la habría mirado.
Ahora precisamente, quería mencionar al novio de Qiao Lian frente a Liu Zhixing.
Primero, podría hacer que Liu Zhixing la disgustara aún más. Segundo...
Mientras lo pensaba, bajó la cabeza. Dijo con una sonrisa falsa:
—Qiao Lian, eres tan bonita. Tu novio debe ser muy rico, ¿verdad?
¡Si él era rico, entonces los fantasmas también existían!
La ropa y los bolsos de Qiao Lian eran todos del mercado de pulgas.