—Xiao Qiao… —Qiao Lian parecía como si acabara de ver un fantasma.
Lo que acababa de oír debió haber sido su imaginación. Quizás era debido a que no estaba completamente despierta. Así que, abrió sus ojos de par en par y lo miró fijamente sin decir palabra.
—Shen Liangchuan tomó un vaso de agua de la mesita de noche, lo llevó a sus labios y dijo:
—Xiao Qiao, toma un poco de agua.
La había llamado 'Xiao Qiao' otra vez.
—Qiao Lian suspiró mientras yacía en la cama. Luego, se palmeó su propia cabeza y dijo:
—Ah, ¿por qué no puedo mantenerme despierta?
—Shen Liangchuan… —Shen Liangchuan observó a la persona que yacía en la cama del hospital, mientras sus labios se contraían. Después, llevó el vaso a los labios de Qiao Lian de nuevo y dijo:
—Abre la boca.
Qiao Lian lo miró sin moverse.
—Shen Liangchuan dijo:
—¿Vas a abrir la boca o no?
¿Por qué siempre tenía un tono tan áspero en sus sueños?
¿Acaso pensaba que ella tendría miedo de él, como solía tenerlo en la realidad?