—Qiao Lian levantó la cabeza y observó la habitación. En cuanto lo hizo, vio a alguien caminando afuera.
No le prestó atención y continuó esperando, todo el tiempo mirando hacia la entrada.
Cinco minutos pasaron.
Miró su celular. Zi Chuan no había llegado y tampoco la había llamado.
Observó su celular en silencio. Después de otros cinco minutos, marcó el número de Zi Chuan con impaciencia otra vez.
Podía escuchar su tono de llamada en la línea, pero incluso después de un largo rato, nadie contestó la llamada.
—Qiao Lian frunció el ceño. ¿Será que aún estaba en camino y por eso no podía escuchar su celular sonar?
Se sentó pacientemente y siguió esperando.
Había transcurrido media hora desde la hora acordada.
Sin embargo, él aún no había llegado.
—Qiao Lian sostenía su celular y continuaba llamando a su número.
Sus llamadas entraban, pero durante todo el proceso, nadie atendió ninguna de sus llamadas.