Mientras Xue Sheng hacía todo lo posible por salir corriendo, se dio cuenta de que Xixi ya había sido raptada por ese lobo de cola grande.
Apurado llamó a Xue Xi, pero nadie contestó incluso después de varios timbres. Por lo tanto, le envió un mensaje a Xue Xi por WeChat.
No quería parecer demasiado ansioso y estaba demasiado avergonzado para decir algo. Así que solamente preguntó:
—Xixi, ¿dónde están comiendo?
—Envíame la dirección. Iré a visitarlos.
—¿Xixi?
Desafortunadamente, la otra parte no respondió.
…
…
Después de ser interrumpida por Zheng Zhi varias veces, Xue Xi había simplemente apagado el teléfono.
Encontraron un lugar al mediodía y tuvieron un almuerzo suntuoso. Por la tarde, Xue Xi preguntó sin expresión:
—¿Qué quieres hacer?
Realmente no sabía de qué trataban las citas.
Ya habían ido al cine. ¿Qué más?
