Xue Xi solo pudo asentir.
Cuando los tres salieron por la puerta de la escuela, el coche de Li Zixia ya los estaba esperando en la entrada. Li Zixia dijo:
—Como alguien que es de la capital, ¡os llevaré a comer una comida privada hoy! ¡Será super deliciosa!
Xue Xi no se preocupó. Mientras seguía leyendo, los ojos de Xie Yingying se iluminaron. —¡Claro, claro!
El coche arrancó. En el camino, Li Zixia miró a Xue Xi y de repente cogió su teléfono para tomarle una foto en secreto.
Xue Xi lo sintió y levantó la vista hacia ella.
Li Zixia tosió de inmediato para encubrir su culpa. —Hermana Xi, solo pienso que te ves demasiado bien e inspiradora. Por eso tomé la foto. A partir de ahora, miraré esta imagen dos veces al día en cuanto me despierte. Así puedo estar llena de energía todo el día. Quiero decirme a mí misma que hay otros que son más inteligentes que yo pero trabajan aún más duro que yo. ¡Si no trabajo duro, no tendré nada!
Xue Xi:
—…
Xie Yingying dijo: