Gu Yunqing quería irse, pero la mano en su hombro era tan fuerte que no pudo moverse en absoluto.
Se giró y vio a una chica de pelo rojo detrás de ella. La mano que presionaba su hombro era pálida y delgada. Parecía que no tenía mucha fuerza; era un par de manos que debería tener un artista. Sin embargo, no podía irse cuando estaba presionando sus hombros tan fácilmente.
Gu Yunqing luchó un rato pero no pudo liberarse. Se tensó y regañó:
—Xue Xi, ¿qué estás haciendo?
La expresión de Xue Xi era indiferente. Mientras la controlaba, sacó su teléfono.
Gu Yunqing se giró para empujarla, pero Xue Xi agarró su muñeca y se giró rápidamente. Gu Yunqing no pudo evitar girar la cabeza. Por alguna razón desconocida, sus manos fueron agarradas por Xue Xi, y ella ejerció un poco de fuerza
¡Pa!
Gu Yunqing fue empujada contra la pared. Ambas manos le fueron sujetadas detrás de la espalda y la presionaron con fuerza. Esta vez quería luchar, pero no tenía forma de hacerlo.