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Xue Xi originalmente había intentado resistirse desesperadamente, pero cuando se dio cuenta de que en realidad era Xiang Huai quien la había atrapado, su corazón de repente se calmó.
Este pensamiento la dejó atónita.
En el pasado, había sentido que Xiang Huai era muy peligroso y que necesitaba alejarse de él. Pero ahora, ¿por qué sentía que estaba muy segura con él?
Justo cuando Xue Xi se preguntaba sobre el cambio en su actitud, el hombre de repente bajó la cabeza y capturó sus labios...
¡Boom!
Como si un rayo le hubiera golpeado los oídos, todo lo que Xue Xi podía sentir era algo presionando hacia adentro.
El beso de Xiang Huai era agresivo. Tomaba su aliento con avidez y exploraba cada rincón.
El dulce aroma de la chica calmaba su ira, y sus acciones se volvían gentiles y tiernas.
Succionaba con suavidad, mordisqueaba con gentileza, besaba delicadamente y giraba su cuerpo... como si quisiera succionar toda la dulzura de su boca.
