Al ver la ciudad desde lejos, mi emoción creció. Ya estaba imaginando todas las posibilidades que se presentarían una vez que entrara en ese lugar. Fantaseé con unirme a uno de los gremios de aventureros que tanto me fascinaban en los cómics que solía leer.
Caminé con determinación y finalmente llegué a la entrada de la ciudad, donde dos imponentes guardias custodiaban la puerta gigante hecha de barras de hierro.
---"¿Cuál es su propósito para entrar en Fade City?" preguntó uno de los guardias, evaluándome con una mirada escrutadora.
---"Vengo a comprar armadura y un arma. He escuchado maravillas sobre los productos de esta ciudad," respondí, inventando una historia que esperaba fuera lo suficientemente creíble.
Sabía que no tenía ningún tipo de identificación, ya que había aparecido en este mundo sin previo aviso. Mi mente trabajaba a toda velocidad tratando de idear una excusa convincente.
---"¿Me podría mostrar su carné de identificación?" solicitó el guardia, esperando una prueba de mi identidad.
Pensé rápidamente en una respuesta.
— "Lo perdí mientras luchaba con algunos slimes en el camino. ¿Habría alguna otra forma de conseguir una identificación aquí dentro?" improvisé, esperando que mi respuesta pareciera lo más genuina posible.
— "Claro, pero antes de abrirte la puerta, usaremos esta bola de cristal para verificar si tienes buenas o malas intenciones. Es la Esfera de la Clarividencia," explicó el otro guardia.
— "No hay problema," dije con confianza, colocando mi mano en la esfera mientras esperaba pacientemente que confirmaran mi ingreso a la ciudad.
— "Listo, ya puede pasar, pero asegúrese de tener su carné de identificación la próxima vez. Podría confundirlo con un ladrón o algo por el estilo," advirtió el guardia mientras me permitía la entrada.
— "Muchas gracias y ¿sabe dónde está el gremio de la ciudad? Quiero inscribirme allí," pregunté, deseando unirme a las filas de los aventureros en este nuevo mundo.
— "Claro, tiene que doblar hacia la derecha y seguir, por ahí debería encontrar el gremio," indicó el guardia amablemente.
— "Otra vez gracias, nos vemos," expresé con gratitud antes de dirigirme hacia la dirección señalada.
Seguí las instrucciones y pronto encontré un cartel que decía "Bienvenido a Gremory Fade". Era evidente que había llegado al gremio que tanto había deseado encontrar desde que llegué a este mundo desconocido.
Abrí la puerta con emoción y me encontré con tres empleadas, todas ellas con orejas puntiagudas que delataban su origen élfico.
("¡No lo puedo creer, son elfas!") exclamé en mi mente, asombrado por la presencia de estas criaturas míticas. Mi fascinación por los elfos había sido alimentada por años de lecturas y ahora, de repente, estaba frente a ellos en la vida real, o al menos en este mundo que ahora era mi realidad.
Después de que mi tren de pensamientos vagará en mis recuerdos. Fui caminando hasta el mostrador y allí hablé con la empleada la cual tenía unos ojos morados que te enamoran y pelo rubio.
Asentí con determinacion dirigiéndome hacia una de las encargada del gremio. Sus ojos morados eran cautivadores y su cabello rubio brillaba con un resplandor natural.
— "Quiero unirme al gremio," le dije con confianza, esperando comenzar mi nueva vida como aventurero.
— "Ok, le debemos tomar una prueba para asegurarnos de que está listo para luchar. Un gusto, me llamo Alicia," respondió amablemente, extendiéndome la mano en señal de saludo.
— "Un gusto, Alicia. Yo me llamo Aōi y me preguntaba cómo hago ese examen para unirme," le dije, interesado en conocer los detalles del proceso.
— "Luchará con uno de nuestros miembros profesores de rangos. Te asignaremos a un rango D para ver cómo te las arreglas en la pelea y decidiremos si eres un rango F o E," explicó Alicia, detallando el procedimiento del examen.
Asentí nuevamente, agradeciendo por la información.
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Los rangos son:
- rango F (el más bajo)
- rango E
- rango D
- rango C
- rango B
- rango A
- rango S
- rango Z (el más alto) hoy en día nadie consiguió este rango, pero se lo otorgará al que haya salvado a las ciudades de una catástrofe mundial.
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Alicia señalo a mi perspectivo profesor de rango.
El hombre es corpulento, un miembro del gremio con rango D, me miró desafiante y me llamó hacia la zona de entrenamiento. Su expresión confiada dejaba claro que no tenía intenciones de tomarme a la ligera.
—"Hey, tú, ven aquí. Tengo que enseñarte que estar en este gremio no es ningún juego," me advirtió con voz firme y autoritaria.
— "Bien, ya quería calentar, si no me estaría oxidando," respondí con una sonrisa audaz, preparándome mentalmente para la batalla que se avecinaba.
Alicia estaba de pie a un lado, contando del 1 al 3 para marcar el comienzo del enfrentamiento. Mi corazón latía con fuerza mientras me concentraba en cada palabra de su cuenta regresiva.
Cuando escuché el "ya", no perdí ni un segundo.
Utilicé mi habilidad Dash dos veces seguidas para acercarme velozmente a mi rival, deslizándome por el suelo como una sombra ágil y rápida. Luego, activé mi habilidad Afilar, preparando mi espada para el enfrentamiento que se avecinaba.
—("Es muy rápido, casi ni lo pude ver"), pensó la persona de Rango D, sorprendido por mi velocidad y agilidad.
En un rápido intercambio, bloqueé hábilmente uno de sus ataques, demostrando mi destreza defensiva. Ese momento de defensa me brindó la apertura perfecta para contraatacar. Utilicé nuevamente mi habilidad Dash para desorientar a mi oponente, moviéndome con destreza y rapidez para confundirlo.
Finalmente, dejé mi espada en posición, apuntando directamente hacia su cuello, demostrando que tenía la ventaja en nuestro enfrentamiento. La expresión de sorpresa en el rostro de Alicia no pasó desapercibida; parecía estar asombrada por mi habilidad para derrotar a un miembro de rango D del gremio.
— "Bueno, el enfrentamiento terminó. Tu rango será E. Eres uno de los pocos que comenzaron con este rango en vez del F. Impresionante," dijo Alicia con una expresión de respeto en su rostro, reconociendo mi habilidad y determinación.
Al salir de la sala de entrenamiento, Alicia me entregó mi carnet de identificación, que ahora mostraba mi nuevo rango E. Sentía una mezcla de satisfacción y emoción por haber superado la prueba y haber alcanzado un rango tan respetado en el gremio.
— "Alicia, ¿cuánto vale una habitación para quedarse dormir aquí?" pregunté, pensando en encontrar un lugar donde descansar después del emocionante día que había tenido.
— "Déjame ver... Serían 10 monedas de bronce por semana," respondió Alicia, calculando el costo de alojamiento en el gremio.
— "Está bien," asentí, entregándole las monedas de cobre necesarias para asegurar mi lugar. "Gracias por la información y por el carnet de identificación."
— "Ten la llave del lugar. Que tengas un buen día," deseó Alicia con una sonrisa cálida mientras me entregaba la llave de mi habitación.
Me despedí de ella y salí del gremio con la emoción de un nuevo comienzo. Mi próxima parada era la herrería, donde esperaba encontrar una nueva arma que se adaptara a mi estilo de combate. Caminé por las calles de Fade City, maravillándome con la arquitectura del lugar y la actividad constante de los aventureros y comerciantes.
Finalmente, llegué a la herrería, un edificio robusto con el calor del fuego y el sonido del metal resonando en el aire.
Me adentre en el edificio y lo primero que veo es a un hombre, que posiblemente sea el herrero, con su aspecto robusto y su habilidad experta, estaba ocupado forjando una espada cuando entré en su herrería.
Su barba, larga y bien cuidada, le otorgaba una apariencia imponente, y sus manos fuertes trabajaban con precisión y destreza en el metal.
— "¿Qué es lo que andas buscando?" preguntó, mirándome con curiosidad mientras dejaba a un lado la espada que estaba forjando.
— "Busco una espada que no sea muy pesada y me permita moverme cómodamente en el combate," expliqué, esperando encontrar el arma adecuada para mi estilo de lucha.
El herrero asintió con satisfacción, como si hubiera comprendido exactamente lo que necesitaba. Se movió hacia una estantería donde guardaba sus creaciones terminadas y regresó con una mandoble elegante y bien equilibrada.
— "Creo que tengo el arma indicada para lo que me estás pidiendo," anunció, presentándome la mandoble con orgullo.
Curioso por conocer más detalles sobre la espada, activé el modo inspección para evaluar sus atributos.
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[Modo inspección activado]
Espada mandoble: +10 de daño de ataque al tenerla equipada.
Rango: [Poco Común]
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Al leer las estadísticas, noté que la espada mandoble ofrecía un aumento de 10 puntos en el daño de ataque cuando se tenía equipada. Aunque no era un arma excepcional, era sin duda una mejora significativa respecto a lo que tenía anteriormente.
— "Es decente, es mejor que nada," pensé para mí mismo, agradecido por haber encontrado algo que mejorara mis posibilidades en futuros combates.
— "Está bien, ¿cuánto vale?" le pregunté al herrero, preparándome para realizar la compra.
— "Esa espada valdría 20 monedas de cobre, pero por ser tú, la bajaré a 15," dijo el herrero con una sonrisa amistosa.
— "Muy amable de su parte, está bien, la compraré," dije, entregándole las monedas de cobre con gratitud.
Una vez completada la transacción, me despedí del herrero y salí de la herrería con mi nueva espada mandoble en la mano.
Luego me dirigí a mí posada donde me fui a acostarme, ya que estaba cansado de todo lo que hice en este día, mire por la ventana y ya vi que era tarde así que me fui a acostar.
— "Ojalá esto durara para siempre, ya que lo único que extraño de mi vida real es mi abuela que ahora mismo tendría una comida preparada para que pudiera comer"
Pensé en las cosas que había hecho en este mundo y me hecho a reír por dentro ya que me encantaba esta vida pero lamentablemente solo durara hasta que me levante...
Con el tiempo pasaron unos minutos y mis ojos ya no podían más, realmente ya tenía bastante sueño...
Así que me rendí y cerré los ojos sabiendo que cuando me duerma seguramente me despierte en la vida real.
...
Cuando los primeros rayos del sol se filtraron por mi ventana, el sonido de mi alarma atormentando como siempre.
Me desperté en mi cama familiar. La habitación estaba inundada de luz matutina, y por un momento, me quedé allí, contemplando el techo, tratando de asimilar la extraña experiencia que acababa de vivir.
Recordé cada detalle, cada emoción intensa y cada encuentro en ese mundo mágico.
— "Bueno, parece que se terminó," murmuré para mí mismo, mientras me estiraba y bostezaba, sintiendo la realidad de mi habitación a mi alrededor.
...
Pensé que se había terminado, pero nunca hubiera pensado, lo que iba a pasar el día de mañana... El día que lo había cambiado absolutamente todo... Y uno de los mejores días de mi vida...
[Fin del capítulo 3 🔥🔥🔥]