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Chapter 6 - Arthur sekichi (inició)

Ojalá pudiera retroceder el tiempo hacia aquellos días en donde era pequeño, frágil e inocente...

—Yo no me voy a quedar con este niño, además de ser ruidoso tendríamos que alimentar a una boca no deseada.

—Opino lo mismo, por eso queremos que te quedes con el niño abuela, quieras o no. No queremos pausas en nuestras vidas.

—¡No pueden abandonar a este pequeño! ¿acaso no sienten culpa? ¡Ustedes son sus padres!.

Para no haber nacido en este mundo tan cruel.

—Dejando de lado el sentimentalismo, ya nos tenemos que ir abuela, ve mentanlizandote en cuidar de ese mocoso.

—¡Esperen porfavor! ¡Piénsenlo una vez más! Fideas, te lo supli-

Ya era demasiado tarde para suplicar por mi abandono.

Simplemente la adicción de mis padres era más fuerte que el amor por su hijo recién nacido, aquella adicción era la alegría de los enfermos, la mercancía de los traficantes.

—¡Porque Fideas! a tu propio hijo, lo dejaste a mi suerte.

Pequeño, no tienes la culpa de nada.

Era un día lluvioso. Perfecto para la melancolía y frustración de abuela. Así como una bicicleta sin sus ruedas de apoyo, como un libro sin pasta ni contenido. los días pasaban y, pasaban y mi abuela, kizuna, fue la primera persona en darme mi primera comida, mis primeras ropas, mis primeros recuerdos, mis primeros valores, mi primer baño, mis valores como persona.

A la edad de seis años fue cuando entré a mi primer día de escuela. "Tsukimichi Kids" era el nombre de la primera escuela a la que iba a asistir y también, el primer infierno por el que iba a pasar.

—¡Hola a todos queridos compañeros!

Fue lo primero que dije al entrar a mi aula de clases, era un pequeño que no sabía nada del mundo, no sabía lo cruel iba ser tan solo en una escuela de infantes, no intento juzgarme.

—¡Miren, un vagabundo entró a la escuela!

Todos voltearon hacia mí, me sentía avergonzado y aún así les explique que era nuevo en esa escuela. No me escucharon e intentaron todos echarme del aula y de la escuela. 3 niños me cargaron y pasamos por la puerta de mi aula, el patio, y cuando iban a lanzarme fuera de la puerta de ingreso. Una maestra me rescató de mi linchamiento.

—¡Niños! ¡Que le hacen a su nuevo compañero!

—Maestra un vagabundo entró a la escuela, lo estamos echando para que no vuelva.

La verdad me hubiera gustado pensar que era su inocencia la que los hizo actuar así...

—Bajenlo y vuelvan a su aula en unos minutos estaré ahí. 

—Maestra por que mis compañeros dicen que soy un vagabundo.

—Arthur, tu no eres un vagabundo, solo tus compañeros no te vieron bien. Ahora vuelve a tu aula y espérame en la puerta.

 

—Si Maestra eso haré. 

Fue a la puerta y esperé como me ordenó mi Maestra, pero...

—Hola, ¿También eres nuevo por aquí? 

Una voz tan dulce como la miel recorrió y relajó mis tímpanos de izquierda a derecha. Cuando volteé, vi a una niña que vestía el uniforme completo de mi escuela con una flor roja en su cabello.

—Si, ¿Y tu?

Lo dije nervioso, pero pude ocultarlos con algo de dificultad. Con esa incomodidad en mi cabeza, resé para que aquella niña no se diera cuenta, ¿Por que me puse nervioso? Mi instinto como pequeño virgen.

—También, acabo de transferirme a esta escuela.

—E-Eso es cool, ¿Cual era tu antigua escuela?

—¿En lo quieres saber? Bueno, mi antigua escuela era la "Byron Academy".

—¿Byron academy? Ese nombre suena increíble.

En aquel momento no lo sabia y no tome el tiempo de investigar sobre esa escuela que me mencionó aquella niña, al y al cabo era un niño que tenía preocupaciones de niño.

Pero la "Byron Academy" era y sigue siendo una escuela que alberga de el jardín de niños hasta la preparatoria, además solo se tenía permitido estudiantes, por así decirlo, superdotados y sabes a lo que me refiero.

—Y lo es amigo. Por cierto ¿Cuál es tu nombre?

—Soy Arthur Sekichi, mucho gusto mi señora.

—¿Señora? Jajajaja.

—¡Di-Disculpame porfavor!.

—No tienes por que disculparte, no estoy molesta.

—¿Y tu como te llamas?

—mi nombre es Uzaki Yosuki. Pero puedes decirme solo Uzaki.

—Okidoki Uzaki.

Podre haber parecido un tonto con cara de bobo pero se guardarme muy bien mis emociones.

Mientras que Uzaki Yosuki y yo estábamos hablando de nuestras vida algo nos interrumpió abruptamente...

—Con que ayudas a tu abuela en su tienda de flores, ¡eso es lindo!.

—¿Eso crees?

—¡Oye tu!

—¿Eh?

Un niño se acercó a nosotros, me dio un abrazo con una sola mano. Tenía un cabello rubio con un peinado hacia atrás.

—Oye es tu primer día y te lanzas a por una niña tan linda con esas fachas, eso debería de ser algo insultante para esta linda niña.

—N-No, no que cosas dices. Por cierto ¿Quien eres?

—¿Yo? Soy Bryan Goggins. Oye, ahora que lo pienso disculpa por lo que dije hace un momento.

—descuida ya estoy acostumbrado a ese tipo de palabras, me llamo Arthur Sekichi.

—¿ac-acostumbrado dijiste?

—Jejejeje, así es la vida ¿no?

—...

—¿eh? ¿yuzaki que te pasa?

Cuando volteé a uzaki tenía sus ojos fijos en Bryan Goggins con un mirada tan gélida como lo sería un cubo de hielo seco. Por cierto, buen libro, eh. Carajo, olvídenlo.

—¿Uzaki tienes algo? ¿Estas enferma?

—...

—U-Uzaki dime alg—

—¡JAJAJAJAJAJAJA!

—¿eh?—Bryan Goggins y yo lo

dijimos al unísono.

—¿¡Qu-Que es lo que tiene ese americano en la cabeza!? ¿¡Acaso se peleó con un perro de camino a la escuela!? ¡JAJAJAJAJA!

—¡Oye respeta mi peinado me tomo media hora hacérmelo

—Jejejeje

—¡Oye tu también no te burles!

Y así me hice de dos buenos amigos, Uzaki Yozuki y Bryan Goggins, Mis mejores amigos.

Cuando Bryan nos estaba gritando a regañadientes a Uzaki y a mi, nuestra maestra llegó y nos hizo entrar a la sala de clases. Diariamente nos tocó tres materias diarias de una hora y media, lo podía soportar, el problema era...

—¡Oye, mugroso! Que carajos haces sentado ahí, vas a ensuciar el pupitre y la silla en donde tu asquerosa ropa está sentada.

Ese era el primer insultos de muchos, y también el nombre de mi ángel de la muerte, Miyota Konsaki.

A pesar de ser un niño su forma de hablar era más soez que el de un adulto alcohólico. Además no estaba solo, era líder de un grupo en nuestra aula de clases.

Voy a tratar de ser conciso y resumido, durante todo el año el primer año escolar, Miyota Konsaki se encargó de hacerme la vida difícil pero yo no estaba solo.

Bryan al ser americano sabía como insultar y gracias esos saberes ahuyentaba a Miyota y su pandilla.

No tengo idea de quien le enseño a hablar de tal manera, pero estoy seguro de que su familia era algo ruda.

Uzaki a pesar de ser una niña, cuando Miyota o algunos de sus amigos se acercaban a ella para hablarle, podía sentir un vapor gélido salir de Uzaki como si de una iceberg se tratara. Cuando entablaron conversación con Uzaki, esta rápidamente les respondía:

—Aléjate de mi porfavor, pequeño bastardo.

La primera vez que vi eso, Miyota salió del aula de clases con la cabeza mirando al piso dirigiéndose al baño, ¿Por qué se dirigía al baño? No tengo idea, quizás ¿Para llorar? A pesar de tener un vocabulario soez, siguen siendo unos niños ¿sabes?.

Bueno dejando eso de lado, en todo el trayecto del primer año escolar, hacíamos trabajos los tres juntos y salíamos a jugar a un parque cercano a la escuela después del día de clases con otros niños, Miyota no iba a ese parque ya que se iba a otro lugar con su grupo.

Hubo un día en el que Miyota se había pasado de la raya. Y yo tuve que actuar en lugar de Bryan, ya que casi siempre Miyota se quiere propasar con nosotros a golpes, pero siempre el que lo detiene es Bryan.

Tiempo después de haber conocido a Bryan, me enteré que su familia tenía un dojo de Karate, me sorprendió al principio y le rogué a Bryan que me enseñará unos cuantos movimientos pero el me decía que el no era un maestro así que no podía enseñarme, me desanime al principio, pero después de clases, terminando de jugar en el parque lo acompañaba a el dojo de su familia y lo veía entrenar día tras día, y gracias a eso pude aprender a tirar puñetazos... Y ya ¿que esperabas? No soy un genio de las artes marciales.

—Oye Yozuki-san yo y mis amigos estamos planeando hacer una pequeña fiesta por el fin de este año y estas invitada, claro que tu "amigos" también pueden venir.

—No gracias, tengo otro compromiso así que por favor quítate de mi camino.

Uzaki lo decía con una expresión tierna y una sonrisa calmada, lo que a cualquiera le hubiera hecho perder los estribos.

—tsk ¡Hasta cuando piensas ha largo de esa manera Yozuki!

—Hasta que dejes de ser una persona tan aborrecible.

—¡Carajo ya me hartaste!

—¿¡eh!?

—Oye Uzaki donde est-

Uzaki iba a ser golpeada por el cretino de Miyota, así que corrí tan rápido como pude y aparte a uzaki de en medio, así recibiendo yo el golpe.

—Tsk, maldito mugroso ahora me tendré que lavar 2 veces las manos.

—¿¡Ar-Arthur estás bien!? ¿¡Estas herido!?

Respiré hondo y me puse de pie mirando directamente a Miyota.

—Que me ves mugroso ¿¡Que piensas hacer!?

—Obviamente devolverte el golpe directo a esa cara regordeta.

—¡Ven aquí si tienes huevos!

¿Qué era exactamente lo que sentía en ese momento? ¿Ira? Puede ser, mis ganas de golpear Miyota eran más grandes que cualquiera de mis pensamientos en aquel momento, no veía a nadie más que no sea Miyota, creo que si, la ira me había consumido.

Fui directo hacia Miyota y le propine un golpe en su estómago y luego uno al rostro, recuerdo que después de ese ataque Miyota se quedó algo aturdido.

—Idiota, al fin maduraste un poco.

Después de eso comencé a sentir escalofríos en todo mi cuerpo, no era por lo que me iba hacer Miyota, si no más como un miedo a mi mismo por lo que hice, ¿Será arrepentimiento? Seguramente.

—¡Comete esto!

—¡Demoni!-

Miyota me golpeó con tal fuerza que me hizo caer contra espaldas hacía el suelo, ahí se ubicó en mi abdomen y comenzó a golpearme consecutivamente una y otra vez, una y otra vez hasta que mis brazos se empezaron a adormecer y los golpes de Miyota comenzaron a alcanzar mi rostro.

—¡Deja de esconder ese sucio rostro que igual lo voy arruinar!

—¡Detente porfavor Miyota!, ¡no le hagas más daño a Arthur te lo pido porfavor!

Empecé a escuchar nitidamente la voz de de Uzaki, y recordé por qué estaba peleando con ese cerdo, estaba peleando para defender a Uzaki.

—¡Ya basta!

Agarré uno de los brazos de Miyota y lo jalé hacía mi rostro, inmediatamente esquivando su brazo y propinando un cabezazo directo a la nariz de Miyota.

—Argh, ¡Bastardo!

—¡Basta! ¡Arthur, porfavor detén esto!

—¡Maldito!

Miyota y yo estábamos apunto de intercambiar un único golpe, me desmayaria o le haría daño, una de dos, pero entonces...

—Ya basta Arthur, yo me encargo.

—¿eh?

Bryan intervino rápidamente y me empujó detrás de él.

—¿Aaaah? ¿Acaso la novia traía al amante?

—Interrumpo esta pelea entre niñas, no te confundas. Y tu Arthur relájate un poco, Uzaki si tienes algodón o papel limpia la sangre de Arthur porfavor.

—¡S-Si! En eso estoy.

¿Sangre? No recuerdo que me haya salido sangre de algún moretón, derrepente habrá sido por la adrelina del momento que pude sentir nada.

—Por cierto, ¿Que está pasando?

—¡Ya tuviste una entrada genial! ¡¿Y hasta ahora preguntas eso?! Los americanos si que son estúpidos.

—tsk ¡Oye, deja de estar insultandome! Mejor dime por que Arthur está tan herido.

—E-El trató d-de defenderme, y ahora está así, ¿Por que hiciste esto Arthur?

Yacía inconsciente en el suelo en brazos de Uzaki, podía sentir como lágrimas de culpa mojaban mi rostro golpeado y ensangrentado.

—Oye idiota, no creas que vas a salir ileso de esta. ¡Te pasaste del limite, gordo imbécil!

Bryan se posicionó en frente de Miyota y lo golpeó en el rostro, Miyota no recibió tanto daño de parte mía, pero tan solo con un golpe preciso de Bryan, dejó inconsciente a Miyota cayendo en la aquella lona, el patio del gimnasio.

—Y el próximo año no te quiero ver en esta escuela.

Después de eso Uzaki y Bryan me llevaron a la enfermería para tratar mis heridas, como ya había pasado una hora desde la finalizaciónde las clases, no había nadie y, solo Uzaki y Bryan estaban tratando mis heridas.

Nos quedamos un buen y largo rato, como Uzaki era la única que sabia primeros auxilios, Bryan resultó ser totalmente inútil, me siento mal por el.

—Chicos Esperenme un rato, voy a ir a rociar las plantas jeje.

—¿Por qué tienes que ser tan vulgar? Ash, solo ve y no te demores que necesito ayuda.

—Okis.

Bryan se fue al baño y... vaya que se demoró bastante, creía que el baño se lo había tragado.

—Oye, Arthur.

—...

—Gracias, en verdad.

—...

—Me sentí tan asustada, pensé que Miyota me iba a matar, pero entonces llegaste tu, tan pequeño y debil, no sabía que podrías llegar a tener tal valía.

—...

—te lo agradezco, en serió.

—...

—...

—¡Hello everyone! ¡Ya vi!-

—¡AAAAAAAAHH!

—¡AAAH¡ ¡QUE CARAJOS PASA!

Me levanté por el estruendo de tal grito, y pude ver a Uzaki un sus mejillas enrojecidas.

—¡AAAAAAHHH!

—¡OK, OK! Hay que calmarnos, ¿si?.

—¡Jajajajajaja!

—Arthur y tu de que te ríes.

—Deberías haber visto tu cara de susto, eras como un golden retriever pariendo jajajajaja, ¡auch!.

—No te muevas tanto, tus heridas se podrían abrir.

—¡Arthur! ¿Estas bien?

—jajaja, ¿saben algo? Me alegra tener a unos amigos tan buenos como ustedes.

—Hmpf, ¿Es momento para ponerse sentimental? Esto parece una película de romántica de mi tierra.

—Ujum, yo también me alegro por tener a un amigo como tu, Arthur.

—Gracias, amigos...

Después de que me recuperará un poco, nos fuimos a nuestras casas, Bryan se ofreció a acompañarme ya que Uzaki no pudo porque tenía que volver rápido a su casa o la regañarian, igual la iban a regañar.

En el camino a mi casa, Bryan me contó que pasó en el momento en el que Uzaki había pegado un grito a los 7 mares.

—Oye Arthur, después de lo de Miyota, Uzaki empezó a actuar raro.

—¿Que tan raro?

—Se acercó a una de rus mejillas, como para... ¿Darte un beso?

—¿En-Enserió? ¡No bromees con eso!

—De verdad, lo que me asustó fue el pedazo de grito que hizo Uzaki.

—¿E-Es así?

—Of course mi querido Arturo.

—¿Desde cuando me llamas así?

—Desde hoy, jejeje.

—Ah...

Todo eso sucedió el primer año en "Tsukimichi Kids", que nostálgico la verdad.

Al final no resultó ser tanto un infierno, aunque las burlas que recibía de Miyota, cambiaba mi percepción sobre la escuela.

Pero no todo tiene un final feliz.

—¡BRYAN! ¡DESPIERTA PORFAVOR! ¡NO TE MUERAS!

—Corre-e A-Arturo...

—¡BRYAAAAAN!

...