Tras terminar con la llamada de Sophin la mirada de Rilley se desvío hacia una tienda de flores, Rilley entonces pensó que sería buena idea llevar algunos obsequios para su primera visita a la casa de la familia Stacy, para las mujeres quienes solo eran Gwen y su madre se decidió por dar un ramo de flores fragantes, y para el caso de los hombres quienes eran solo los dos hermanos menores y el padre de Gwen tuvo que hacer otra parada en una tienda de artículos de colección, siendo hombres Rilley imaginó que tendrían algún gusto típico por la colección, para el padre compró un paquete de estampillas postales de edición limitada y para los dos hijos un juego de cartas especiales recientemente popular en el país.
Después de cargar todo en su automóvil condujo directamente al edificio de apartamentos, Rilley miró el lugar, siguiendo las indicaciones que Gwen le había enviado estacionó su auto en el estacionamiento subterráneo del edificio.
El lugar no era lujoso pero aún así se podía ver que no era para nada barato, en el país había tres tipos de personas comunes, unos que por lo regular vivían alquilando sus viviendas, otro número reducido que pedía un crédito hipotecario al banco para adquirir sus casas, y un muy pequeño porcentaje quienes podían adquirir sus viviendas con un pago total. Por lo que Rilley podía ver el capitán Stacy quien se trataba de un jefe de policía honesto sin ninguna posibilidad de corrupción podría estar entre el primer y segundo tipo, normalmente para que un policía esté en el tercer tipo con tal poder adquisitivo relativamente alto debía tener una fuente de ingresos extra, y normalmente esta fuente de ingresos estaría en el ámbito de lo ilícito.
Algunos podían decir que el capitán Stacy lo escondia muy bien, pero Rilley era el único que tras leer las diferentes historias del cómic podría decir y creer con total certeza que el capitán Stacy en sus diferentes versiones era un hombre de estricta moralidad y justicia. No era una exageración el decir que este gran hombre preferiría morir a coludirse con fuerzas corruptas y malhechores, no por nada todos sus finales eran trágicos, no solo él como cabeza de familia sino toda la familia Stacy en su conjunto parecía tener algún tipo de maldición que le atraía un destino desafortunado cuando tendían a relacionarse con cualquier cosa que involucrase a Peter Parker, más exactamente a su identidad como Spider-Man.
Rilley llegó frente a la puerta del apartamento, al tener sus manos ocupadas con los obsequios de la familia no tuvo otra manera más que hacer sonar el timbre haciendo uso de su cabeza, de forma literal dando un toque con su frente. No tuvo que esperar por mucho ya que la puerta se abrió poco después. Se trataba de Gwen quien le dio la bienvenida, por un momento ella pareció sorprendida tras ver los grandes cambios en su compañero de trabajo, antes solo tenía algunos mechones de cabello oscuro dejando gran parte de su cabello gris oscuro, pero en la actualidad más del 80% de su cabeza estaba cubierta de cabello oscuro dejando pocos mechones grises, además sus ojos grises con contornos oscuros se habían vuelto totalmente marrones oscuros. Además parecía recordar que Rilley era alto pero menos de lo que era ahora.
La sorpresa de la joven fue oculta bajo una sonrisa cálida, sin querer dejar mucho tiempo a Rilley afuera lo instó a entrar. Rilley tomó la palabra sin ningún rastro de pena, entregó un ramo de flores a Gwen y saludó a la familia quienes se encontraban sentados en el comedor. Con algo de sorpresa Rilley preguntó. —¿Me han estado esperando? -Rilley no esperó ver a todos sentados aguardando su llegada.
Antes de que Gwen respondiera el capitán George Stacy se puso de pie y saludó a Rilley con un firme apretón de manos. —Rilley, es un gusto finalmente conocerte. Te agradezco todo lo que has hecho por mi familia. No sé lo que hubiera pasado de perder a toda mi familia, siento escalofríos de solo pensar en lo que pudo haber sucedido si no hubieras transferido a todos al hospital de tu familia. -las palabras del capitán transmitian verdadera gratitud.
Por primera vez ambos se veían en persona, finalmente Rilley pudo ver con mayor cercanía a este justo capitán del que mucho se hablaba por su rectitud, era tan famoso de manera local que no había ciudadano alguno que no hubiese escuchado su nombre al menos una vez.
El capitán Stacy era un hombre alto de mediana edad con una complexión ligeramente robusta, su cabellera gris oscura y las facciones de su rostro dejaban ver la madurez y endurecimiento de este hombre a lo largo de su vida y su carrera. Sus ojos agudos le hacían parecer intimidante, aunque Rilley pudo darse cuenta de que esto solo era algo involuntario forjado como parte de su carácter tras alcanzar su puesto de trabajo actual.
—El gusto es mío. Usted no tiene nada que agradecer señor, su hija a sido una compañera indispensable y una amiga a lo largo de estos pocos años, no ha sido más que amable conmigo y un gran apoyo para el Dr. Connors, por esa razón no pude simplemente escuchar como sufría tras aquel atentado en el que se suponía debía ser un día festivo con no más que alegría. -las palabras de Rilley estaban acorde de sus respetos para esta familia, de su boca no salía más que verdad ya que Gwen siempre fue una chica sociable y capaz.
Gwen se sintió un poco avergonzada por escuchar tan buenas palabras casi alabando su personalidad, que una persona a la que tanto admiras diga tales palabras se sentía un tanto extraño pero de buena manera, se sintió alegre al ser reconocida por Rilley, después de todo se trataba de un joven destacado de su misma generación que había sido capaz de alcanzar grandes logros científicos.
—No seas modesto, nuestra familia siempre recordará esto. Si hay algo que pueda hacer por ti, claro siempre y cuando no viole mis principios lo haré sin dudar ni pregunta.
Las palabras del capitán Stacy eran serias, al ver tal insistencia Rilley aceptó sus palabras y entregó el regalo que le había traído. —Para usted señor, como desconozco acerca de sus pasatiempos me tomé la libertad de traerle un paquete coleccionable de estampillas postales de una edición especial. -Rilley le entregó una caja adornado con dibujos artísticos de épocas pasadas.
El capitán Stacy abrió los ojos sorprendidos, no tenía el pasatiempo de coleccionar estampillas postales pero gracias a uno de sus subordinados que si tenía este pasatiempo se hacía una idea del valor de tales artículos. George Stacy negó con la cabeza. —No puedo aceptar esto, es demasiado valioso.
Rilley insistió. —Tómelo por favor, este es un obsequio como muestra de buena voluntad por nuestra primera reunión. Las enseñanzas inculcadas por medio de la crianza que me dieron mis padres dictan esto como una norma, así que no se preocupe recibalo con total confianza.
Con la insistencia de Rilley el capitán Stacy ya no se negó más, si insistía en negarse podría terminar por ofender involuntariamente al benefactor de su familia. Entonces aceptó agradecido aquel obsequio.
Rilley entonces miró a la mujer de mediana edad y a los dos chico con una edad no mayor a 15 años uno a lado del otro, esta mujer era la viva imagen de Gwen o para ser más exactos se podría decir que Gwen era su viva imagen con la única diferencia de que esta última era una belleza madura, gracias a los procedimientos y la tecnología avanzada del hospital en su rostro no hubo ninguna cicatriz dejada por aquellas quemaduras, incluso se veía aún más saludable que antes.
Ambos chicos por su parte combinaban ambos rasgos característicos tanto del padre como de la madre, hererando el cabello rubio y los ojos azules de su madre, de su padre heredaron algunas facciones del rostro. Por así decirlo mientras que Gwen era la viva imagen de su madre, los dos hermanos gemelos por su parte eran la viva imagen de su padre.
Entregando las flores a la mujer le dijo algunas palabras de felicitaciones y deseos de su pronta recuperación. Rilley esta vez miró a los dos jóvenes quienes lo miraban esperando con ansias y expectación, tras ver que los demás miembros de su familia recibían regalos pensaron que esta vez sería su turno, y efectivamente lo era. Rilley sonrió al ver esto, los demás miembros de la familia Stacy también soltaron una risa al ver las caras que no podían ocultar sus intenciones en ambos hermanos.
Rilley no quiso dejarlos esperar por más tiempo e hizo entrega de los respectivos obsequios para cada uno de los hermanos, ellos recibieron la caja estampada con personajes animados de reciente popularidad, casi al instante por no decir de inmediato se dieron cuenta de lo que habían recibido. Los dos abrieron sus ojos con sorpresa e incredulidad, y al siguiente momento se echaron a reír saltando con tal ánimo y entusiasmo contagioso que hizo sonreír a todos los presentes.
Como jóvenes sociables al corrientes de las tendencias supieron que habían recibido cada uno un paquete de raras cartas de juego, este era un juego de cartas de reciente popularidad que apenas hace unos pocos días había anunciado una preventa especial, al principio cuando se enteraron los dos tuvieron el deseo de obtenerlos, pero debido a la vida frugal dada por el salario modesto de su padre se rindieron inmediatamente sin siquiera intentar plantear la idea de comprarlos.
Podrían ser jóvenes pero ambos hijos eran agudos e inteligentes en cuestiones que concernían a cada uno de los miembros de su familia así como también de su condición económica actual evitando así una carga innecesaria a sus padres. Decir que no lo deseaban sería mentira, pero entendían muy bien que habían unas cosas más importantes que otras, por esa razón solo guardaron silencio, pero cuando recibieron lo que más querían por parte de Rilley como un obsequio por su visita no pudieron evitar estallar de alegría llenando todo el lugar con el ruido de sus risas y saltos.
Dejando que los jóvenes emocionados jueguen entre ellos con sus nuevos regalos los demás miembros de la familia invitaron a Rilley para que este tomara asiento, mientras que esperaban que la comida saliera del horno el capitán Stacy charló con Rilley mientras que Gwen y su madre solo escuchaban su conversación.
La mayoría del tiempo durante la conversación los temas tocados se dirigía más al trabajo y a la escuela, Rilley habló libremente sobre las investigaciones y descubrimientos del Dr. Connors así como también de proyectos futuros en desarrollo, no había ningún problema en revelar todas esas cosas después de todo esto no sería un secreto por mucho tiempo ya que pronto sería anunciado al público en general como un gran avance en la ciencia médica por parte del GIG.
Por su parte el capitán Stacy habló sobre el dolor de cabeza que era Spider-Man para la estación de policía, un individuo con habilidades especiales actuando fuera de la ley atrapando maleantes callejeros y entrometiéndose en los asuntos policiales socavaba la autoridad del departamento de seguridad de la ciudad, incluso una parte de los ciudadanos comenzaron a cuestionar la existencia del departamento, según ellos debido a la ineptitud, tardanza y falta de respuesta en diversas situaciones consideraban que el cuerpo de oficiales ya no era necesario, toda esa gente que pensaba de esa manera en la mayoría de los casos preferiría confiar los problemas de seguridad al enmascarado conocido como Spider-Man.
Pero no todo era apoyo para Spider-Man ciertamente había personas que pensaban en él como una amenaza, todos ellos compartían una ideología similar al de John Jonah Jameson el editor en jefe del Daily Bugle, creían que Spider-Man solo buscaba fama y empañaba a los hombres comunes haciendo que sus trabajos verdaderamente heroicos fueran subestimados.
La situación provocó descontento no solo en los ciudadanos sino también en los oficiales de servicio activo quienes sentían que sus acciones eran subestimadas y poco valoradas por aquellos a los que habían prometido proteger. Una pequeña parte de estos oficiales se convirtieron en simpatizantes de la ideología de Jameson.
En las palabras dichas por el capitán Stacy no se podía escuchar ni siquiera el mínimo rastro de odio, realmente no sentía odio por Spider-Man aunque tampoco estaba contento con sus acciones problemáticas e irresponsables, la verdad es que el capitán Stacy respetaba el deseo de ayudar que poseía aquel individuo pero no podía aceptar sus métodos poco organizados que actuaban por encima de las leyes establecidas para dar orden en la sociedad. Si bien esas acciones eran beneficiosas para los ciudadanos civiles también traían problemáticas para los oficiales de seguridad pública.
Por otro lado el capitán Stacy tampoco se podía sentir tranquilo al dejar su seguridad en manos de aquel hombre enmascarado, hoy esa persona podría estar del lado del bien pero el futuro era incierto, si por alguna razón Spider-Man decidiera un día convertirse en una verdadera amenaza sería un gran peligro, sumando esto a su anonimato sería imparable. Por esa razón sin importar cuantas buenas acciones realizara aquel sujeto el capitán Stacy lo seguiría tratando de la misma manera que cualquier otro delincuente que quebrantara la ley.
La conversación continuó hasta que finalmente la cena estuvo lista, Rilley y el capitán Stacy guardaron silencio, los gemelos dejaron el juego a un lado y también se sentaron, mientras tanto Gwen ayudó a su madre a servir la cena. El ambiente era armonioso y así transcurrió el tiempo de manera tranquila.
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