Ubicado en el lado lejano de Manhattan se encontraba la construcción más alta de toda la isla, esta era la Torre Oscorp, sede principal de Industrias Oscorp. Además de ser las oficinas principales de operación, también era el laboratorio más grande que poseía toda Industrias Oscorp.
En la parte más alta de la torre estaba la oficina de reuniones para los directivos y asociados, un total de 11 personas se encontraban sentados, 10 de ellos mirando al asiento principal. A pesar de ser el asiento principal, la mirada de las otras personas no eran para nada respetuosas, incluso en algunas de ellas se podía ver el desdén y la burla.
Norman Virgil Osborn había sido convocado a esta reunión por iniciativa de la junta directiva, el cual consistía en un total de 10 asociados de Industrias Oscorp. Por lo que se podía ver en la cara de Norman Osborn no parecía nada contento, su ceño se frunció aún más cuando escuchó las palabras de los miembros representantes de un departamento de la milicia nacional.
—Es tal como lo escuchaste, nuestro departamento militar ha decidido retirar los fondos de investigación para el proyecto supersoldado. Ya que Industrias Oscorp ha realizado gastos excesivos y no ha mostrado avances en el proyecto en estos últimos años, también se le presentara una demanda por incumplimiento del contrato.
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Los cuatro representantes militares habían informado que se cerraría definitivamente las actividades de investigación. Esto se debía a los líderes del departamento, los cuales habían informado que el gobierno no podría financiar por más tiempo aquellos proyectos que solo quemaban dinero. No importa lo rico que sea el país, los líderes gubernamentales estaban de acuerdo en que el dinero desperdiciado podría ser usado para financiar nuevos proyectos de interés nacional.
Los demás departamentos y facciones militares habían presionado a los políticos para atribuir más fondos a las investigaciones con tecnologías ya experimentadas y con resultados concretos, todo esto con el fin de mejorar la tecnología ya existente. Aquellos viejos fósiles de la milicia no tenían la paciencia para investigar y experimentar con nuevas tecnologías, daban por hecho que el suero del supersoldado desarrollado en plena segunda guerra mundial era simplemente un milagro de la época, cosa imposible de recrear en los tiempos modernos. Así de ilógico eran sus atrasados pensamientos.
A pesar de que el ejército era una organización nacional, la milicia se dividía en departamentos y facciones. Esto no era cosa nueva, cada líder influyente desde siempre ha seguido sus propias reglas y creencias, por consecuencia las nuevas generaciones se alinean a cada una de ellas. De esa manera se continúa en un ciclo sin fin.
Debatiéndose entre las industrias que más consumían recursos solo dos tipos se expusieron para votar por recorte de fondos. Por palabras de algunos militares también se expuso un tercero, pero por voto unánime de los políticos este fue omitido.
Entre los departamentos que más gastaban dinero estaban aquellos que financiaban los proyectos supersoldado en diferentes empresas privadas, estas iban enfocadas en dos ramas de investigación, tales como la modificación biológica y la modificación biónica. El primero se enfocaba en mejorar a los individuos desde el interior a través de sus genes, mientras que el segundo buscaba mejorar al individuo mediante complementos externos usando la tecnología.
También se encontraban las empresas encargadas del desarrollo e innovación de armas, Industrias Stark e Industrias Hammer eran líderes en estos campos, cuando el primero se retiró dejó a este último como el socio más grande de los militares en cuanto a fabricación de armas se refiere.
Posteriormente Industrias Stark pasó a convertirse en un proveedor de tecnología para el gobierno de los Estados Unidos, en los cuales se destacaba principalmente en el transporte, energía y telecomunicaciones.
Después de esos dos tipos de industrias también se encontraba el tercer tipo, el cual al igual que las anteriores también tenía gastos considerables pero que por elección unánime de los políticos se negaron a exponer en el debate.
Este tercer tipo abarcaba gran parte de las empresas tanto públicas como privadas que se encargaban del desarrollo humano y nacional, tales como las enfocadas en la investigación y exploración del lecho marino y el espacio.
Tras debatir durante un largo tiempo se llegó al acuerdo de finalmente cerrar por completo todos los proyectos supersoldado, a excepción del proyecto de rayos gamma dirigido por el Teniente General Thaddeus Ross. No solo no cerraron el proyecto dirigido por Ross, sino que también se le asignaron más fondos.
Esto llevó al descontento entre las varias facciones y departamentos militares, pero no importó cuanto alegaran. Al final la decisión fue concluyente porque si bien el proyecto tuvo un desastroso accidente, todavía brindó resultados inesperados. El conocido monstruo verde Hulk sirvió para demostrar el gran potencial del proyecto.
Producto de esa decisión también se optó por realizar un recorte financiero en otros proyectos de baja importancia y en aquellos que no generaban resultados, todo esto con el fin de acelerar las investigaciones para obtener el poder de Hulk a un nivel controlable.
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El departamento militar que financiaba a Industrias Oscorp, frente al recorte general de fondos tomó la decisión de amortiguar el déficit financiero haciendo uso de las acciones en las diferentes empresas privadas. Se dio la autorización para vender el 10% del total de todas las acciones de cada empresa que tuviera el departamento militar, a excepción de las pertenecientes a Industrias Oscorp.
Esto era así porque gracias a la buena dirección de Industrias Oscorp se había incrementado el valor de sus acciones durante los últimos años, y las proyecciones a futuro calculadas por los grandes inversionistas eran extremadamente favorables. Fue por eso que la opinión del departamento militar se dividió en dos.
Unos estaban a favor de invertir lo recaudado por la venta de acciones de las otras empresas en acciones de Industrias Oscorp con el fin de estrechar aún más las relaciones, y de esa manera tratar de superar una parte del déficit financiero gracias al pago de intereses y dividendos.
La otra parte tenía la opinión de exigir una indemnización por parte de Industrias Oscorp alegando la falta de resultados del proyecto, de esa manera con la indemnización se podría al menos soportar un poco el déficit financiero e invertir en proyectos más útiles dentro del mismo Oscorp y otras empresas. Aquellos con esta opinión estaban de acuerdo en invertir una parte de los recursos en la rama farmacéutica del Grupo Industrial Glass, específicamente en el nuevo suero regenerativo de extremidades que aún se estaba probando y del cual ya se tenían resultados más que satisfactorios.
Al final la segunda opinión tomó más fuerza y decidieron seguir con eso.
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Norman Osborn no estaba molesto porque el ejército decidiera cerrar el proyecto, de alguna manera entendía esa decisión. De igual manera tampoco estaba molesto porque los socios de la junta directiva se pusieran de acuerdo y apoyaran esto.
Lo que realmente lo había enfurecido, a tal punto de que incluso sintió hervir su sangre, era que solo se le notificara un mes después de que el ejército llegara a tal acuerdo. En ese mismo mes con el fin de impulsar los avances del proyecto, sin estar enterado de aquellos recortes y cierres de proyectos, ya había invertido gran parte de su fortuna.
Norman tenía tanta confianza en las investigaciones del proyecto por lo que había decidido invertir más del 80% del total de su fortuna. Los socios por su parte también lo apoyaron con el 20% de sus fortunas. De solo recordar ese momento Norman se sentía estúpido, de solo pensar que había actuado como si fuera un simio haciendo trucos en un circo su ira iba en aumento.
Todos los miembros de la junta directiva sabían lo que Norman había hecho para impulsar las investigaciones, sabían muy bien cuales eran sus intenciones. Pero no le notificaron acerca de esa gran noticia hasta después de un mes.
El gran problema no solo era cerrar el proyecto, sino también otorgar una indemnización por la falta de avances deseados para el proyecto. Esta situación era equivalente a empujar a Industrias Oscorp hacia un precipicio, enviándolo directamente a bancarrota.
Esto causaría que el precio de las acciones se desplomara en menos de un día y posteriormente recibiría demandas de diferentes inversionistas de la bolsa de valores. Un mal manejo de la situación lo haría caer en una espiral interminable de deudas.
Norman era un hombre experimentado en los negocios, estaba muy bien versado en las intrigas y conspiraciones corporativas, estaría ciego si no pudiera darse cuenta de las oscuras intenciones de los miembros de la junta directiva. Comprendía muy bien a cada uno de los miembros, sabía que los 6 socios civiles no tendrían las agallas para hacer esto por iniciativa propia, lo que significaba que el titiritero detrás de escena eran los 4 socios militares, o mejor dicho el departamento militar que esos cuatro representaban. Tal parecía que todos intentaban que salatase al pozo de fuego.
Lo que Norman no sabía era que el departamento militar no tenía planeado impactarlo negativamente y tampoco a Industrias Oscorp, al contrario querían buscar la forma de estrechar lazos. Si bien querían una indemnización por parte de Oscorp la verdad es que también le brindarían ciertos beneficios, tales como contratos exclusivos o apoyo en inversiones futuras. De seguir el plan tal como se había decidido, Norman no se encontraría en tan difícil situación.
Las cosas habían cambiado debido a las acciones personales de los cuatro representantes del departamento militar, en un descarado apto de corrupción tergiversaron el informe del departamento militar. No solo planeaban apoderarse de una parte de las acciones de Norman Osborn sino también de una parte de los demás miembros de la junta directiva.
Los cuatro socios militares hicieron creer a los seis socios civiles que solo estaban ejecutando una conspiración contra Norman Osborn por ordenes del departamento militar, esto fue hecho con el fin de convencerlos para que aceptaran totalmente las demandas del departamento militar. Frente a pequeños beneficios prometidos los seis socios civiles habían aceptado participar casi de inmediato, ignoraban por completo que también estaban siendo engañados.
El pensamiento rápido de Norman entró en funcionamiento para encontrar una manera inteligente de evitar esta problemática. Pero sus pensamientos se vieron interrumpidos por otro miembro de la junta.
Entre los asociados civiles, un hombre anciano dijo. —Norman, hablo por todos al decir que estamos de acuerdo con cerrar este proyecto que no genera beneficios. Queremos enfocar nuestros limitados recursos para impulsar un nuevo proyecto más acorde a los requerimientos actuales de la milicia, después de todo ellos son nuestros principales clientes y ya no tanto el sector civil.
Otro miembro de la junta también agregó. —El sector civil ya está saturado por nuestros principales competidores, Industrias Stark y Grupo Industrial Glass ya han acaparado una gran parte del mercado con sus productos y servicios hasta ahora. Por eso creemos que no tiene caso dirigir más recursos de lo necesario, dedicarnos al sector de nuestro cliente principal es la manera correcta para que Oscorp continue creciendo.
Norman Osborn comenzó a entender a dónde querían llevar esta conversación los miembros de la junta. Tratando de contener su ira, habló de la forma más tranquila posible.
—Caballeros, entiendo la razón por la que quieren cerrar el proyecto, créanme cuando digo que en serio lo comprendo totalmente. Pero el que no haya resultados satisfactorios en la actualidad no quiere decir que el proyecto sea un completo fracaso. Todos ustedes también entienden la complejidad que esto involucra, a lo largo de estos años se ha hecho una investigación aún más exhaustiva la cual nos han llevado a realizar importantes descubrimientos. Les aseguro que pronto tendremos resultados, estamos a punto de lograrlo, solo necesito que me den tres meses más. En verdad no se arrepentirán de esta decisión.
Otro de los asociados, un hombre calvo dijo. —Norman, ya no hay más tiempo, este proyecto ya ha durado más de tres años. Esto ha costado cientos de millones de dólares, no podemos desperdiciar más de nuestros limitados recursos.
Norman ya no pudo soportarlo más, poniéndose de pie dio un fuerte golpe a la mesa con sus palmas, en su arrebato de ira dijo. —¡No pueden hacer eso! Todos ustedes saben todo lo que he sacrificado para impulsar este proyecto. ¡Es gracias a mí que la compañía incrementó el valor de sus acciones a lo largo de estos años!...
La sala de juntas se hundió en el silencio, fueron varios los miembros de la junta que se habían quedado sorprendidos, después de todo se sabía que Norman era alguien que frente a cualquier situación problemática siempre guardaba la calma. Esto también demostraba que lo que los miembros de la junta estaban haciendo iba más allá de los límites que Norman podría soportar.
Después de un breve silencio, Norman volvió a la calma tras dar varios respiros profundos. —Por favor caballeros... Tomemos un momento para reflexionar sobre este tema, les aseguro que esto no es conveniente para ninguno de nosotros, me atrevería a decir que esto generaría pérdidas imposibles de soportar.
El socio más anciano habló. —Norman, todos entendemos tus dificultades, por esa razón estamos dispuestos a comprar parte de tus acciones a un sobreprecio del 25%, piénsalo tal cantidad te será de ayuda en estos momentos.
Estas palabras fueron para Norman como una evidente burla, no solo hacia su persona sino también hacia lo que había creado con sus propias manos dedicando el mayor de sus esfuerzos. Solo pudo reír a carcajadas mirando el ridículo de esas personas. —Caballeros, esta reunión se da por terminada.
Norman se puso de pie saliendo de la sala, todavía continuaba riéndose a carcajadas como si hubiera escuchado la más grande broma de todos los tiempos.
Los socios solo pudieron mirarlo irse sin dar una respuesta para resolver la situación actual, nadie pudo detenerlo, más bien nadie se atrevía a hacerlo. Esa extraña risa les enviaba escalofríos en sus espaldas, para cuando dejaron de escucharlo solo pudieron dar un suspiro de alivio.
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