[Iniciando protocolo de emergencia].
Todos los androides especializados en combate acudieron al llamado de emergencia, tomaron armas lo suficientemente capaces de inmovilizar a sus objetivos. El protocolo de emergencia solo tenía instrucciones simples pero precisas, evitar el daño y contener al objetivo.
La bestia se colocó en cuatro patas mostrando sus afilados dientes a todas las máquinas que se acercaban con el fin de contenerlo. Era como un perro salvaje frente a una jauría de lobos. De un salto rápido alcanzó a morder la cabeza de un androide arrancándolo en el acto.
Con esta acción se hizo el caos, todos los robots dispararon un compuesto especial de un plástico esponjoso que trataba de contener a la extraña criatura. Pero nada de esto pudo detenerlo, con sus afiladas garras pudo cortar aquel material y escapar de una forma sencilla.
Decenas de robots al ver que el primer método no tuvo ningún efecto, dieron un paso adelante con el fin de utilizar los métodos siguientes. Cargados con cañones ultrasónicos, lanzallamas y cañones de ultravibraciones apuntaron a la bestia feroz, ráfagas de sonido, llamas y vibraciones cayeron sobre su cuerpo.
En un principio parecía tener algún tipo de efecto debilitante sobre la criatura, incluso comenzando a derretir un poco de su capa externa. Debido a esto la intensidad aumentó por varios niveles, volviendo a disparar el plástico esponjoso para contenerlo.
Después de unos pocos minutos algo extraño sucedió, la capa externa que estaba derritiéndose pareció rebobinar en el tiempo y volvió a adherirse una vez más, pero esta vez pareciendo volverse aun más sólido. Lo que era antes las debilidades claras en los simbiontes ya no tenia efecto sobre aquella bestia, el cual parecía que conforme pasaba el tiempo generaba cierta resistencia ante la exposición prolongada.
—¡GRRRRR!. —Un fuerte rugido salió de su garganta generando una poderosa onda expansiva que terminó por destrozar a uno de los robots que disparaba con un lanzallamas.
La bestia cargó contra un centenar de androides especializados en combate. Actuó tal cual los instintos primitivos de una bestia cortando con sus poderosas y afiladas garras, mordiendo y masticando con sus afilados dientes, así como también disparando poderosas ráfagas ultrasónicas desde su boca en algunas ocasiones.
Todo el laboratorio se sumió en el caos hecho por una sola persona o una bestia. En unas pocas horas, el laboratorio había quedado en ruinas, dejando solo una sólida puerta aún de pie que le impedía irse. La bestia embistió la puerta con ferocidad, pero rápidamente dio un paso atrás al sentir la alta tensión que la recubria.
Parecía que a pesar de vencer las debilidades a la alta temperatura, sonidos y vibraciones, había desarrollado una cierta debilidad a la alta tensión. Sophin la asistente virtual solo podía contener a la extraña criatura de esta única manera, si trataba de presionarlo más, mirando lo sucedido anteriormente es muy posible que lograría desarrollar una inmunidad contra la alta tensión y finalmente podría escapar al exterior.
Antes de que se pensara que este punto muerto duraría por varias horas, la criatura tuvo una extraña reacción. Su capa exterior comenzó a desestabilizarse, vibrando y moviéndose de un lado al otro. La bestia dejó de ponerse en cuatro patas y se paró en dos piernas mientras rugia a un espacio vacío por encima de él.
...
Hundiéndose en una profunda oscuridad, Rilley comenzó a tener una intensa sensación de cansancio y sueño. Podía sentir como si estuviera siendo arrastrado a un profundo abismo lejos de su cuerpo físico. Este estado le recordó aquella vez cuando había muerto por primera vez.
—Así que este es mi fin. —Dijo murmurando con gran renuencia desde el fondo de su corazón.
Aquellos recuerdos lejanos de su vida anterior pasaron por su mente de una manera vívida, dándole la sensación de regresar a esa antigua vida una vez más. Los recuerdos de sus desgracias estaban tan frescas, estas hicieron que una inmensa ira ardiera en su corazón. Con una voluntad dotada de total rebeldía comenzó a luchar para evitar ser arrastrado al oscuro abismo de la muerte. De manera extraordinaria su fuerza de voluntad pareció apoyarlo para mantenerse anclado a una especie de limbo entre los extremos de la vida y la muerte.
Al vislumbrar una pequeña parte del extremo de la vida, Rilley pudo observar a una extraña criatura resguardando el paso hacia la orilla que lo llevaría de regreso a su cuerpo físico. Esta criatura desprendía una sensación de intimidación y ferocidad, esta era una criatura sin ojos ni nariz, que solo mostraba sus dientes y garras afiladas siempre listas en una posición de ataque.
El cuerpo ilusorio de Rilley caminó en su dirección. Aquella criatura pareció darse cuenta de su presencia y volteó a mirarlo. Rilley pudo verlo tomando una pose de ataque, y entonces supo que esta extraña criatura sería un obstáculo en su camino de regreso hacia su cuerpo físico. Aunque Rilley podía sentir que no sería oponente de aquella bestia, tampoco se echó hacia atrás, tomando su voluntad como un combustible una extraña energía se precipitó hacia él.
Ambos corrieron precipitándose el uno al otro con absoluta determinación. La violencia entre los dos no se hizo esperar por mucho tiempo, en cuanto llegaron a corta distancia tanto los puñetazos, patadas, zarpas y mordidas cayeron a diestra y siniestra, generando ciertos daños en ambos.
Pero estos daños fueron aún más significativos en el cuerpo ilusorio de Rilley, a quien le habían arrancado de una sola mordida una gran parte de su costilla derecha. Mientras jadeaba con cierto cansancio, Rilley comenzó a pensar en alguna manera de evitar un enfrentamiento directo, con el intercambio anterior bastó para darse cuenta de que si seguía así, a la larga él mismo terminaría por ser derrotado.
Pensando en algo, Rilley corrió en dirección a la bestia pareciendo tener la intención de terminar todo con un último golpe, una sola embestida de absoluta fuerza bruta que determinaría el fin para ambos.
Aquella bestia pareció entender las intenciones de Rilley, y como si esto fuera lo que estaba esperando pareció emocionarse. Contrayendo sus músculos avanzó como una bala de cañón disparada a su máxima velocidad.
Antes de que ambos se estuvieran a menos de medio metro de distancia, Rilley se desvío tirándose al suelo y rodando tres veces antes de ponerse de pie y correr en dirección al extremo de la vida que lo llevaría de regreso a su cuerpo físico.
Mientras Rilley corría comenzó a reírse a carcajadas. Finalmente pudo abrirse paso hacia su cuerpo físico dejando atrás a la estúpida bestia salvaje. Tal como lo había pensado Rilley, una bestia es solo una bestia, siendo esclava de sus propios instintos primitivos no podría usar la mínima inteligencia si lo tuviera. Con tal táctica tan simple, la bestia salvaje fue engañada, incluso con su máxima velocidad ya había quedado muy atrás de Rilley, era imposible alcanzarlo.
...
En el exterior... El cuerpo de Rilley tembló ligeramente, al mismo tiempo la capa exterior del simbionte vibró viéndose como ondas amplificadas por un goteo constante sobre el agua. Pero esto solo duró unos pocos segundos antes de volver a la normalidad.
De forma repentina la extraña criatura cayó al suelo, pero antes de que su cara golpeara el suelo, la criatura detuvo su caída al poner sus manos. Al mismo tiempo la piel oscura o capa exterior de esta criatura se abrió para revelar el cuerpo debilitado de Rilley quien respiraba pesadamente sintiéndose salvo tras casi pasar por las puertas de la muerte una vez más.
La fuerza de sus brazos no era suficiente por lo que tuvo que quedarse recostado sobre el suelo. —Sophin llama a los androides médicos del segundo nivel subterráneo. —Rilley instruyó mientras se mantenía despierto sintiendo un fuerte dolor por todo su cuerpo. Sentía que sus huesos se habían pulverizado y sus músculos se habían desgarrado, dejando a su débil cuerpo tan suave como un flan.
Los androides médicos del segundo nivel subterráneo no tardaron mucho en llegar y subieron a Rilley con mucho cuidado sobre una camilla flotante. Si alguien más pudiera ver a Rilley en estos momentos, se sentiría un poco asustado, tal forma no era la que un humano pudiera tener de forma tan casual. Se parecía más a una extraña criatura invertebrada con la forma de un humano.
A pesar del dolor extremo que conllevaría la situación actual de Rilley, extrañamente parecía tan tranquilo. No era que Rilley no pudiera sentir este dolor, realmente podía sentirlo y más ahora que todos sus sentidos se habían vuelto extremadamente agudos, esto era algo de lo que cualquier otro vería como una constante tortura.
De ser antes tal vez Rilley no pudiera soportarlo, lo más probable es que estaría llorando y gritando por tanto dolor, retorciéndose en el suelo hasta entrar en un estado de inconsciencia o en coma. Pero cada vez que el dolor se precipitaba un flujo cálido y a la vez frio recorría su cuerpo dejándolo con un sentido de entumecimiento.
...
Una vez que llegaron a la sala médica los androides médicos rápidamente prepararon los equipos para monitorear el estado de Rilley. Una vez que los equipos estuvieron listos, no tardó mucho tiempo antes de que el diagnóstico estuviera preparado. Sobre la cabecera de la cama había una pantalla que se desplegó para mostrarle los datos de su condición.
[Condición de paciente...
98% de los huesos se han molido desde el interior.
97% de los músculos están totalmente desgarrados.
33% de funcionalidad en el corazón.
25% de funcionalidad en los pulmones.
14% de funcionalidad en los riñones, estómago, páncreas e hígado.
23% de funcionalidad en el cerebro.
13% de funcionalidad en los demás órganos.
15% de las células en el cuerpo han entrado en un estado letárgico (continúa aumentando).
Factor de recuperación: - 55% (muy por debajo del promedio).
Dictamen:
Más del 95% del cuerpo ha sido dañado por sobreesfuerzo extremo. La esperanza de vida se ha visto seriamente reducida.
Esperanza de vida calculada: 5 horas con 25 minutos].
Una vez que Rilley terminó de leer su diagnóstico, la sala médica se vio sumida en el silencio, solo dejando el ruido de los aparatos médicos en funcionamiento.
—Imposible, esto no debería estar pasando. Los cálculos no deberían ser errados... ¿Acaso esta es la gran brecha que enfrenta un simple mortal al tratar de obtener poderes no predestinados? —Rilley murmuraba estas palabras visiblemente perdiendo su calma anterior.
—¡Imposible! ¡Me niego a aceptarlo! —Rilley gritó en un arrebato de ira e irritación. Al mismo tiempo que esto ocurría, todos los aparatos eléctricos y electrónicos comenzaron a fallar por todo el laboratorio, incluso dejando a algunos androides fuera de funcionamiento por unos pocos segundos.
—Imposible... Imposible... Imposible —Rilley solo murmuraba estas pocas palabras, sintiéndose un poco asfixiado y somnoliento tras su arrebato anterior.
Rilley podía sentirlo, por alguna extraña razón tras su arrebato de ira su esperanza de vida de solo menos de 6 horas había vuelto a disminuir una vez más. Siendo consciente de esto, las esperanzas se fueron por completo, y tras mirar la pantalla de la cabecera, simplemente se resignó cerrando sus ojos en espera de la muerte.
[Esperanza de vida calculada: 1 hora con 13 minutos].
Rilley ya no pudo mantenerse despierto por más tiempo, una vez que cerró los ojos cayó profundamente dormido. Dejando en su mente estática unos pocos pensamientos que poco a poco se oscurecieron.
De su memoria como si en una sala de cine se tratara comenzaron a proyectarse sus recuerdos, aquellos recuerdos de su primera vida así como los recuerdos posteriores. Por esto Rilley estuvo seguro de que realmente era afortunado de haber nacido en ambas vidas con unos padres amorosos y protectores, siempre cuidando que nunca le faltase nada.
El último pensamiento que tuvo presente antes de que su mente se apagara fue sobre su asistente virtual, una IA avanzada que con sus propios esfuerzos logró crear, sintiendo un poco de arrepentimiento por no poder terminar con su desarrollo.
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