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Chapter 2 - Capítulo 02

Cuando Rilley entró al laboratorio encontró al Dr. Connors ajustando la maquinaria para la siguiente aplicación del suero para sí mismo. Tal como lo había prometido, el padre de Rilley autorizó al Dr. Connors para que se suministrara el suero, y así pudiese recuperar su brazo perdido.

Rilley sabía que Connors sufría de un extraño complejo de inferioridad tras haber perdido su brazo durante una falla en uno de sus experimentos. El GIG también lo sabía, fue por esa misma razón por la que la rama farmacéutica del GIG había invitado al Dr. Connors para que participara como el director e investigador principal del nuevo proyecto. Sabían que con su gran deseo por recuperar su brazo se desempeñaría de la mejor manera.

Teniendo los mismos objetivos que el nuevo proyecto de la rama farmacéutica del GIG, el Dr

Connors optó por aceptar la invitación. Anteriormente el mismo Dr. Connors ya estaba realizando sus investigaciones en solitario por lo que la invitación de la rama farmacéutica se consideró un gran apoyo para los avances en su investigación.

Esta había sido la mejor oportunidad en su vida, una vez que aceptó formar parte del proyecto se le había otorgado una financiación más que suficiente, un lugar tranquilo para trabajar, así como equipo de alta tecnología y abundante mano de obra. Este trato era lo mejor que un investigador pudiera pedir.

Cuando el Dr. Connors vio entrar a Rilley dijo. —Rilley ayúdame a ajustar la cámara especial, comienza con la calibración de los inyectores y paneles catalizadores. Mientras tanto haré una nueva mezcla para el suero, serán cuatro unidades, uno con concentración estándar y tres con una concentración triple.

Las cuatro unidades mencionadas por el Dr. Connors eran las pertenecientes a su propia dosis y la dosis para los tres miembros de la familia Glass. Mientras que Connors estaba satisfecho con solo recuperar su brazo solo preparó una unidad con una dosis de concentración estándar, y para la familia Glass preparó las tres unidades con una dosis de concentración triple con mejores efectos.

Durante las pruebas realizadas se había encontrado que un suero con una dosis de concentración estándar podría recuperar extremidades perdidas. Mientras que con una dosis de concentración triple el suero podría rejuvenecer y ralentizar el envejecimiento, así como también prevenir ciertas enfermedades genéticas.

Para la recuperación de extremidades otorgada por la dosis de concentración estándar se necesitaba del apoyo de los rayos ultra plus para reactivar el suero, en cambio para obtener los efectos de la dosis de concentración triple eso no era necesario fue suficiente con solo inyectar el suero por vía intravenosa.

Después de unos minutos, todo había quedado listo para la aplicación del suero en el Dr. Connors, entró a la cámara especial quitándose la bata de laboratorio y su camisa, dejando al descubierto la parte superior de su cuerpo. Rilley ajustó los cinturones de seguridad y cerró la puerta de la cámara especial.

Tecleando los códigos en la computadora el equipo inició con el proceso. Las ocho agujas retráctiles se inyectaron en el cuerpo del Dr. Connors mientras que al mismo tiempo el suero en estado gaseoso se precipitó dentro de los poros y la cavidad nasal. Los paneles catalizadores se ajustaron y dirigieron su posición hacia la mesa de pruebas, y con un disparo de un haz continuo de rayos ultra plus cubrió todo el cuerpo del Dr. Connors.

El proceso fue similar al del veterano de guerra anterior. Pero esta vez no hubo un grito de dolor, el Dr. Connors soportó la incomodidad y ardor de su cuerpo, la felicidad y anticipación dejaban a un lado todas esas sensaciones incómodas y dolorosas.

Tras pasar unos pocos minutos del proceso, Rilley ayudó al Dr. Connors a salir de la cámara especial. El proceso había sido un total éxito, el brazo del Dr. Connors podría verse bien sin ningún tipo de problema, ni mucho menos sentía alguna incomodidad.

—Dr. Connors debe descansar, ha sido un día agitado. —Rilley dijo mientras despedía al Dr. Connors.

—Tienes razón, el Sr. Glass me ha otorgado unas vacaciones de un mes. Viajaré y disfrutaré del tiempo con mi esposa, estoy seguro de que cuando me vea estará muy feliz. —Connors dijo con una gran sonrisa en su rostro mientras salía del laboratorio.

Cuando el Dr. Connors cerró la puerta Rilley se sentó en la silla que tenía a un lado mientras soltaba un suspiro. —Bien, se ha evitado que el Dr. Connors se convierta en Lizardman. Además con esto he logrado obtener beneficios para la empresa familiar. —dijo para sí mismo mientras miraba los tres tubos de ensayo con un líquido azul brillante, el cual se trataba del suero de regeneración celular con una concentración triple.

...

Rilley tenia un secreto el cual nunca había revelado incluso en sueños. Todo comenzó cuando recién cumplía los 5 años, una mañana al despertar le vinieron a la mente una serie de extraños recuerdos que dejaron su cabeza en un desorden total. Estaba seguro de que era un originario del mundo actual, pero también poseía recuerdos de una vida pasada en otro mundo. En aquel extraño mundo, su mundo de origen en el que había nacido solo era parte de un universo de cómic de Super Héroes conocido como universo Marvel.

Lo absurdo de esto era tal que no tenía palabras para describirlo. Con ayuda de esos recuerdos su mente inmadura de 5 años entró en un estado de desarrollo acelerado, de tal manera que su mente infantil había sido transformada en la mente de un viejo hombre el cual había pasado por diferentes vicisitudes durante su vida.

En aquella vida pasada él era un desconocido investigador en la especialidad de Mecánica Cuántica, el cual hasta su muerte solo había podido encontrar trabajo como un simple ayudante técnico a pesar de sus conocimientos avanzados en el campo.

Lamentablemente no poseía los contactos necesarios para conseguir un mejor trabajo, sin esposa ni hijos, ni siquiera una sola novia en toda su vida, con una gran cantidad de deudas y problemas familiares, lo único que lo mantuvo a flote por algún tiempo fue su afición por leer los varios Cómics de cada uno de los diferentes universos de Marvel.

Su super héroe favorito estaba entre Iron Man y Ant-Man, porque a pesar de ser solo gente común sin mutaciones o super habilidades, ellos poseían inventos y conocimientos que les ayudarían a destacarse mostrando la diferencia de entre los tantos hombres ingeniosos en su mundo, siendo especialistas en cada uno de sus campos si bien no podría decirse que superaran a los mutantes y super humanos de todo Marvel tampoco se quedaban atrás.

En aquella miserable y solitaria vida sin el sentido de amor o amistad, lo único que tenía era una basta colección de Cómics acomodado ordenadamente en un viejo librero, el cual hojeaba en sus ratos libres cuando no hacía investigaciones por su cuenta. Al final del día todas las investigaciones al que dedicaba su sudor y lagrimas no eran apreciadas, todas sin ninguna excepción terminaban siendo rechazadas por ser un investigador desconocido. Nadie se tomaba las molestias de al menos hojearla para ver si tenía algún aporte válido para la ciencia.

Siendo degradado a la escoria social todos los días se levantaba sintiéndose aún más miserable que el día anterior, pasó su juventud y parte de su vejes atrapado en un bucle monótono y rutinario, pero aún así trataba de recordarse a sí mismo que todavía era soportable. Su única afición se había convertido en su columna vertebral para mantenerse en pie, a tal punto de que se había vuelto una obsesión que pocos llamarían como algo sano.

A la edad de 70 años todo seguía igual, para ese momento ya se había acostumbrado. Pero pareciera que a la vida misma no le importaba si alguien tan insignificante como él continuaba viviendo. En un día como cualquier otro ocurrieron una serie de sucesos desafortunados, podría simplemente ser mala suerte o tal vez algo más, pero tal vez nadie llegaría a saberlo.

Debido a recortes de personal se encontró entre los empleados despedidos sin ninguna explicación, al salir del trabajo fue recibido por una fuerte lluvia y tras dar unos pocos pasos casi es alcanzado por un rayo, pero lo peor del día fue cuando regresó a su pequeño y descuidado apartamento. Solo encontró un edificio en ruinas chamuscadas, los cristales en las ventanas se habían roto y el techo había colapsado.

Cuando puso sus ojos sobre los restos de lo que alguna vez pudo llamar hogar se hizo audible un extraño sonido de algo rompiéndose, y con la llegada de aquel sonido todo se quedó en silencio.

—¿Ahora que hago? ¿Qué me queda de esta vida? —se preguntó a sí mismo con ojos llenos de desesperación y profunda tristeza.

Con ojos apagados se dirigió hacia la entrada del viejo edificio en ruinas. Cuando un joven adolescente lo vio, lo llamó para recordarle. —Viejo, no puedes entrar ahí. Los bomberos dieron la indicación de mantenerse alejado porque la estructura puede caer en cualquier momento.

Pero el anciano no escuchó, ni siquiera había puesto atención a lo que lo rodeaba. Solo continuó caminando con un único objetivo en mente, llegar a su pequeño apartamento y volver a hojear los cómics acomodados en su viejo librero tal como lo llevaba haciendo todos los días durante los últimos 45 años.

Como pudo logró subir por la destrozada escalera y llegó frente a la entrada de su apartamento, la puerta había desaparecido siendo quemado hasta las cenizas. Se dirigió hacia el lugar en donde debía estar su viejo librero con todos sus cómics, pero no encontró nada, en aquella posición solo había un montón de cenizas oscuras.

El hombre cayó al suelo de rodillas, sintiéndose asfixiado y con un intenso dolor en el pecho, como si algo extremadamente pesado presionara su corazón con la fuerza de miles de toneladas. Entre leves sollozos una línea de lágrimas se escurrió de entre las comisuras de sus párpados, si otros pudieran verlo se darían cuenta de que el llanto más lamentable de un hombre ocurría cuando toda esperanza se hacía añicos.

No lloras por felicidad ni mucho menos por tristeza, lloras por el vacío que dejó en ti lo más preciado que alguna vez tuviste. No fue algo perdido sino arrebatado, quitado sin ninguna sola explicación, cuando esto ocurre la desesperación engendra la locura más profunda del corazón. La anterior desesperación y tristeza se transforma en resentimiento y odio, un resentimiento y odio tan monstruoso que si eso pudiera matar, todo el mundo se hubiese extinto desde el primer momento en el que toda esa emoción y sentimientos negativos surgieron.

Apretando los dientes, con una voz ronca similar al de un Demonio salido del abismo dijo. —No sé lo que estaba esperando. ¿Qué era lo que me mantuvo en pie todo este tiempo? ¿Tal vez la esperanza de que mañana sería mejor? ¿Acaso la vana creencia de un Dios que otorga la justicia? ¿De qué tal vez algún día seré recompensado por mis arduos esfuerzos?... Todo eso es mentira... la gente miserable seguirá siendo miserable... No hay Dios en este mundo, solo existe el hombre... Y si llegara a haber un Dios, yo jamás lo aceptaré.

Sus palabras fueron como maldiciones esparcidas por el mundo. Una extraña carcajada se escuchó por todo el edificio, haciendo resonar la frágil estructura. Si alguna persona estuviera cerca podría darse cuenta de que aquella carcajada sería difícil de realizar con las cuerdas vocales humanas.

Y de forma tan repentina el edificio colapsó atrapando a cualquier persona cercana, acabando así con su vida.

En aquel día las diferentes cadenas televisivas de la tarde dieron la noticia del colapso del edificio, así como el reporte de encontrar el cuerpo de un anciano de 70 años entre los restos, el cual murió instantáneamente al ser aplastado por el techo.

En aquel momento ante la total desesperación todo sucedió tan rápido que fue difícil reaccionar, la completa oscuridad había cubierto su conciencia.

Algunas veces su mente se mantenía despierta consciente de la oscuridad a su alrededor, otras veces simplemente surgía un cansancio extremo que lo hacía dormir por largos periodos. Y así estuvo por un tiempo desconocido hasta que perdió todo recuerdo de sí mismo, y un día finalmente entre toda la oscuridad vio una luz tan brillante como el sol, sus sentidos volvieron a él y fue capaz de mover sus extremidades aunque con algo de debilidad.

Y solo fue cuando recién cumplió los 5 años que todos sus recuerdos pasados volvieron. Siendo consciente de los secretos del universo en el que se encontraba, se decidió a convertirse en un investigador con el único fin de rehacer su vida, alcanzar aquellas alturas inimaginables para su antiguo yo, dejando a un lado sus miedos y afrontándolos con valor y dignidad.

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