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DELFANDOR

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Synopsis
La historia sigue los pasos de Delfandor Levingston, un alumno aplicado y miembro de la influyente familia Levingston. Delfandor posee la particularidad de usar magia sin necesidad de un conductor, lo que lo convierte en un Magan antiguo. Su ingreso a la escuela ha sido ordenado por su hermano Fenix, en busca de algo.

Table of contents

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Chapter 1 - EL MAGAN

"Hice un trato cuando el momento era desesperado, la vida de mi pueblo a cambio del exilio, no me arrepiento".

聽Deltron Keller, a帽o 1.

Hace aproximadamente tres mil a帽os, la humanidad se vio obligada a abandonar su hogar en un continente llamado Afr茅n, tras ser derrotada por Dilian el conquistador. Su objetivo era aniquilar a todos los habitantes de la gran capital del imperio Afrino. Sin embargo, fue gracias a la intervenci贸n del joven pr铆ncipe Deltron Keller que se logr贸 un acuerdo con el conquistador: la vida de todos, incluida la suya, a cambio de entregar la capital y todos sus bienes. Dilian acept贸 el trato y les permiti贸 marcharse.

A pesar de sentir ira y rabia por esta acci贸n, el pr铆ncipe nunca nos abandon贸. Con su ayuda y conocimiento, nos gui贸 a trav茅s de la adversidad y nos condujo a este nuevo mundo, donde fundamos una gran naci贸n: la naci贸n de Deltrokia.

Tres mil a帽os despu茅s, para ser m谩s precisos, en el a帽o 3010, un joven llamado Delfandor Livingston hab铆a dejado atr谩s su hogar para emprender un viaje hacia la prestigiosa Academia Alejandr铆a, fundada por Alejandro Keller, hijo de Deltron Keller. Este 煤ltimo hab铆a contribuido al mundo m谩gico con ideales de educaci贸n gratuita, popular y obligatoria.

Durante su traves铆a en barco, Delfandor finalmente lleg贸 a los muelles de la isla Uma, donde se encontraba ubicada la academia. Inhal贸 profundamente y exhal贸 con tranquilidad.

"Por fin estoy aqu铆, hermano F茅lix", murmur贸 para s铆 mismo.

El puerto rebosaba de ni帽os de su misma edad, todos esperando ser recibidos por el personal docente para su ubicaci贸n.

Delfandor se aproxim贸 a un chico de piel azul y cabello gris que estaba absorto en la lectura de un libro.

"Disculpa", inici贸 Delfandor.

El ni帽o levant贸 la cabeza y lo observ贸.

"驴Te importa si me siento?", pregunt贸 Delfandor.

El ni帽o mir贸 a su lado.

"No tengo ning煤n problema, puedes hacerlo", respondi贸 amablemente.

"Gracias", sonri贸 茅l.

Cuando se sent贸, extendi贸 la mano.

"Soy Delfandor Levingston, encantado y agradecido", se present贸.

El ni帽o mir贸 su mano y acept贸 el apret贸n.

"Soy Luciano Karrigan, de la tribu Yuver铆", respondi贸.

"Ah, he o铆do hablar de ellos, pero nunca los he conocido en persona", dijo Delfandor.

"Somos muchos, m谩s que los humanos, pero aceptamos todas las culturas y sus ense帽anzas", explic贸 Luciano.

"Wow, 驴por eso est谩s aqu铆?", pregunt贸 Delfandor.

"Siempre he sentido curiosidad por la Academia Alejandr铆a", luego Luciano mir贸 hacia la escuela. "Mira qu茅 majestuosa estructura, y solo tiene dos mil a帽os".

"Lo s茅, hasta a m铆 me aterra", admiti贸 Delfandor.

De pronto, una armadura oscura se present贸 frente a ellos.

"Su atenci贸n, por favor, ingresantes de este a帽o", anunci贸 la armadura.

Todos quedaron en silencio y dirigieron sus miradas hacia ella.

"Gracias. Soy el Caballero Negro del Puerto, parte del personal docente encargado de guiarlos hasta su destino. Les ruego que me sigan".

Luciano mir贸 a Delfandor.

"Parece que es hora de ir", coment贸. Luego se puso de pie y se inclin贸, de forma burlesca, caballerosamente. "Despu茅s de usted".

Delfandor sonri贸.

"Gracias, mi caballero azul".

El caballero, con un estandarte en mano, comenz贸 a caminar como si se tratara de un desfile militar.

Delfandor y Luciano quedaron boquiabiertos al ver los jardines de la academia. Era incre铆ble: 谩rboles de diversos colores y hadas observando a los nuevos estudiantes. Algunas de ellas se acercaban y dejaban caer su brillo sobre ellos.

"Pestilentes criaturas", murmur贸 el caballero con desd茅n.

El caballero los gui贸 hasta una gran puerta donde los esperaba el cuerpo docente y algunos alumnos. Sin embargo, quien resaltaba m谩s era la directora Ahterr Yulam, una mujer con grandes cuernos similares a los de un alce, que med铆a casi tres metros de altura debido a estos cuernos. A pesar de su imponente tama帽o, ten铆a un rostro amable y sonriente. Los alumnos susurraban entre ellos acerca de lo inmensa que era ella. Resultaba ser una Qamish, un ser de los bosques de invierno en el extremo sur del continente, conocidos por ser la especie m谩s alta y longeva, con una expectativa de vida de diez mil a帽os, superando con creces a los elfos y hadas, que viven hasta mil o cinco mil a帽os.

La directora alz贸 sus brazos en un gesto como si estuviera abraz谩ndolos a todos, y dijo: "Bienvenidos, una vez m谩s, a este templo del saber. Aqu铆 encontrar谩n un segundo hogar, donde aprender谩n no solo magia, sino tambi茅n las herramientas necesarias para integrarse a la sociedad. Conocer谩n el valor de la amistad, el coraje, el conocimiento y el amor".

Luego, los profesores aplaudieron a la directora, seguidos por los nuevos alumnos. "Gracias, gracias por estos diez a帽os. Esta academia ser谩 su hogar. Si necesitan algo, pueden encontrarme en mi despacho. Siempre recibir茅 a aquellos que necesiten ayuda", continu贸 la directora, haciendo un gesto con su mano para invitarlos a entrar. "Ahora, por favor, pasen".

La directora llev贸 a todos los presentes a una gran sala que parec铆a ser un teatro. Todos los chicos fueron tomando asiento a medida que llegaban. Delfandor se sent贸 al lado izquierdo de Luciano, mientras que un chico pelirrojo y de ojos verdes se sent贸 a su lado derecho.

"Disculpa", dijo el joven a Delfandor.

"Sin problemas", respondi贸 Delfandor con una sonrisa.

Los profesores se fueron presentando uno a uno, cada uno dando un discurso motivacional similar al de la directora, pero describiendo lo que ense帽aban y su m茅todo de ense帽anza. Como hab铆a muchos profesores, alrededor de cincuenta, los discursos se hicieron largos.

Cuando el 煤ltimo profesor se present贸, lleg贸 el turno de los alumnos mayores presentes. Una chica con alas celestiales tom贸 la palabra: "Es un gusto estar presente y ver a futuros magos de gran calibre para Deltrokia", dijo, inclin谩ndose. "Dicho eso, me gustar铆a que no se movieran. A partir de ahora, los Vocales del consejo los dividir谩n en cuatro grupos seg煤n donde est茅n sentados".

Delfandor mir贸 a su izquierda y vio a una persona con una varita que mov铆a de lado a lado, invocando un papel en sus manos.

"Se podr谩n poner de pie solo si son llamados por sus respectivos Vocales", continu贸 la chica. El Vocal lleg贸 hasta Delfandor y le dio un papel con el n煤mero tres, y a Luciano, el n煤mero cuatro.

"Parece que estamos juntos", coment贸 Delfandor.

"Qu茅 suerte", respondi贸 Luciano. Luego volte贸 y mir贸 al joven pelirrojo. "驴Y usted, qu茅 n煤mero tiene?"

El joven pelirrojo mostr贸 su papel.

"Parece que estaremos juntos... tambi茅n", dijo.

Delfandor extendi贸 su mano. "Delfandor Levingston, encantado y agradecido".

"Stefano Brown, un placer", respondi贸 el pelirrojo.

Delfandor estir贸 el cuello y mir贸 detr谩s de Stefano.

"驴N煤mero uno?", pregunt贸.

Result贸 ser un elfo de cabello rubio y ojos azules muy soberbio. "Tal como dicta el destino, soy el n煤mero uno".

Un Vocal se acerc贸 al grupo y les hizo una se帽al para que lo siguieran. "En silencio, s铆ganme", dijo el Vocal de forma gentil.

Delfandor observ贸 c贸mo algunos grupos se formaban para seguir a sus respectivos Vocales asignados. El suyo los llev贸 fuera del sal贸n, junto con otros cuatro grupos que esperaban, contando el suyo. Hab铆a dos grupos de hombres y dos de mujeres, cada uno con cuatro miembros.

"Bien, hagamos esto r谩pido", dijo el Vocal, y en un abrir y cerrar de ojos, estaban en un pasillo.

"Como ver谩n, est谩n en la Torre Norte, que cuenta con bastantes habitaciones. Su grupo est谩 en la torre m谩s alta", explic贸 el Vocal.

Delfandor observaba por una inmensa ventana lo grande que era el lugar. Sin embargo, el Vocal se acerc贸 a 茅l y lo atrajo de nuevo al grupo.

"Como dec铆a, los cuartos del lado derecho son para los hombres, mientras que los del lado izquierdo son para las mujeres", inform贸 el Vocal.

Una mujer levant贸 la mano. "Tengo una pregunta".

"Puedes hacerla", respondi贸 el Vocal.

"驴D贸nde est谩n los ba帽os? Solo hay cuatro puertas".

El Vocal toc贸 un muro y este se abri贸, revelando un inmenso ba帽o en su interior.

"Incre铆ble", se sorprendi贸 Delfandor.

"Las habitaciones est谩n separadas, a menos que ustedes y el personal docente quieran que est茅n conectadas. Si quieren salir, solo toquen el muro o bajen por las escaleras", explic贸 el Vocal.

"驴Y si queremos entrar?", pregunt贸 la mujer nuevamente.

"En ese caso, toquen la puerta principal de la torre y digan el piso o la habitaci贸n, en su caso, ustedes est谩n en el piso cuarenta y uno", respondi贸 el Vocal, luego se dirigi贸 al grupo. "驴Alguna otra pregunta?".

Nadie contest贸.

"Bien, este ser谩 su hogar. Si quieren trasladarse, tienen hasta dentro de tres meses a partir de ma帽ana. Despu茅s de ese plazo, solo podr谩n moverse de piso hasta el a帽o siguiente. Y con eso, me marcho", anunci贸 el Vocal antes de desaparecer.

"El se帽or Vocal parec铆a tener prisa", coment贸 Luciano. "驴No crees, Delfandor?".

Cuando volte贸, vio a Delfandor saludando a todo el grupo.

"Soy Delfandor Livingston, encantado y agradecido de conocerlos", se present贸.

"Soy Venus Lastiri, un gusto", respondi贸 Venus.

Venus ten铆a el cabello negro con el flequillo azul, y sus ojos eran de color rojo. Sosten铆a una varita de madera de pino.

"Yo soy Kizcka Uranda", se present贸 Kizcka.

Kizcka ten铆a el cabello rosa y ojos celestes. Ten铆a una actitud muy positiva y segura. Su varita era similar a la de Venus, pero hecha de roca.

"Soy Tania Odessa", dijo Tania.

Tania ten铆a ojos caf茅s y cabello casta帽o, y llevaba una cicatriz en su frente derecha, fruto de una quemadura.

"Y yo soy Celeste Baker, a sus 贸rdenes", agreg贸 Celeste.

A pesar de su nombre, su piel era roja y solo sus ojos eran celestes. Era una elfa de selva. Su varita era capaz de cambiar de forma, pero en su forma predeterminada, era una varita normal.

Luego, se presentaron los chicos del grupo.

"Soy Salazar Galarza", dijo el primero.

Salazar ten铆a el cabello negro y los ojos oscuros, y parec铆a ser bastante reservado pero tolerante. Su varita era m谩s grande que las dem谩s.

"Soy Oscar Tobach, futuro magistrado de Deltrokia", se present贸 Oscar.

Oscar ten铆a la piel oscura y el cabello blanco, y su apariencia era muy pulcra. Sosten铆a una varita hecha de pluma de f茅nix.

"Yo soy Zakaru Menro, un placer", dijo Menro.

Menro era el m谩s alto de todos, detr谩s de Oscar. Ten铆a la apariencia de un le贸n, perteneciente a la raza Felinae, que hab铆a estado en guerra con los Canricos, hombres perro. Como era com煤n en los Felinae, no llevaba una varita, ya que sol铆an usar su magia a trav茅s de armas b茅licas como espadas y jabalinas. Sin embargo, como en el colegio estaba prohibido llevar armas, se les proporcionar铆an espadas de madera que funcionaban de manera similar.

"Soy Jin Baltazar, pero pueden llamarme Jin", dijo el 煤ltimo del grupo.

Jin ten铆a el cabello rubio y largo, y llevaba una t煤nica gris con verde. Su varita era una varita com煤n.

Luego, se present贸 el segundo grupo de mujeres.

"Me llamo Akira Isma", se present贸 Akira.

Akira ten铆a los ojos claros y rasgados, y el cabello largo. Su varita estaba hecha de madera de ceibo.

"Soy Elena Trono de Hierro, de las costas Victoria", dijo Elena.

Elena llevaba un vestido muy ostentoso, como si quisiera demostrar su inmensa riqueza.

"Me llamo Cometa Atash, un gusto", dijo Cometa.

Cometa estaba completamente hecha de fuego, con un cuerpo formado por llamas rojizas, naranjas y amarillas. Aunque su apariencia pod铆a inspirar temor, irradiaba una sensaci贸n de poder y fuerza. Era una figura misteriosa y fascinante, capaz de dominar el fuego con gracia y control. Su presencia era inolvidable, como una llama que nunca se apaga. Normalmente, su especie viv铆a en cuevas inflamables o volcanes.

"驴Puedo tomar tu mano?", pregunt贸 Venus a Cometa.

Cometa se mostr贸 desconcertada, pero accedi贸 y extendi贸 su mano. Venus la tom贸 gentilmente.

"Vaya, c谩lido y tibio", coment贸 Venus.

Luego, se present贸 la 煤ltima chica.

"Soy Maya Yoma, de la familia Yoma", se present贸 Maya.

Maya ten铆a la piel roja, ojos naranjas y cabello negro.

Por 煤ltimo, se presentaron los chicos del grupo de Delfandor.

"Soy Luciano Karrigan", se present贸 Luciano.

"Soy Stefano Brown".

"Soy Jerem铆as Di Artas".

Despu茅s de que el grupo terminara de presentarse, cada uno eligi贸 su propia habitaci贸n para hospedarse.

"驴Alguien m谩s sabe qu茅 pasar谩 con nuestro equipaje?", pregunt贸 Venus.

"Me quitaron la maleta cuando sub铆 al barco. Dijeron que me la entregar铆an cuando las habitaciones estuvieran listas, as铆 que toca esperar", respondi贸 Delfandor.

"驴Eres siempre tan despreocupado?", pregunt贸 Cometa.

"Bueno, un poco", respondi贸 Delfandor.

Luego, chasque贸 los dedos y analiz贸 la zona.

"Oh, ah铆 est谩n", dijo Delfandor.

"驴Qui茅n est谩 ah铆?", pregunt贸 Akira.

"El personal que me quit贸 la maleta viene en camino", explic贸 Delfandor.

"驴C贸mo sabes eso? No siento nada", dijo Luciano.

Delfandor confundido explic贸: "Solo chasque茅 los dedos".

"No digas tonter铆as, ni siquiera usaste tu varita para lanzar un hechizo revelador", dijo Oscar.

"Pero no necesito usar mi varita, puedo hacerlo sin ella", dijo Delfandor.

"驴As铆? Entonces, haz fuego", desafi贸 Venus.

Delfandor se encogi贸 de hombros y chasque贸 los dedos, envolviendo su mano en fuego, lo que asust贸 a todos.

"Mira Cometa, somos parientes", brome贸 Delfandor.

"驴C-c贸mo hiciste eso?", pregunt贸 sorprendido Jerem铆as.

"As铆", respondi贸 Delfandor, chasqueando los dedos nuevamente para envolver su otra mano en fuego.

Esto sorprendi贸 a煤n m谩s a los presentes.

"Imposible, eres un Magan", tartamude贸 Jerem铆as.

"As铆 lo dijo mi mentor".

"驴Puedes usar Exuls?", pregunt贸 Venus, sorprendida.

"驴Eh? 驴C贸mo se hace eso?".

"Mueve tu varita en una "L" inversa hacia la izquierda".

"Oh".

Delfandor imit贸 el movimiento con su dedo 铆ndice una vez para probar, y a la segunda vez conjur贸 el hechizo, lanzando un rayo por la ventana, que rebot贸 en los cristales y golpe贸 a Jerem铆as.

"隆Ay!", exclam贸 Jerem铆as, cayendo al suelo. Luego, levant贸 las manos y asegur贸 que estaba bien, aunque el golpe hab铆a sido bastante fuerte como para dejarlo sin palabras.

"Lo siento, Jerem铆as", se disculp贸 Delfandor.

"Es... Jerem铆as, baboso", corrigi贸 Jerem铆as.

Venus tom贸 las manos de Delfandor y le sonri贸.

"C谩sate conmigo", brome贸.

"驴隆Qu茅!?", exclam贸 Delfandor sorprendido.

"Quiero decir... hazte mi amigo".

"Oh, menos mal, acepto", respondi贸 Delfandor.