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No había forma de que pudiera hacerlo.
—Está bien, estaré allí enseguida —asintió.
—En cuanto a la ropa, ponte algo un poco más bonito —le recordó el agente—. Ya sabes, en este círculo, algunas cosas son inevitables.
—Mmm, lo sé.
Su Yin colgó el teléfono y le dijo a su asistente:
—Ayúdame a conseguir un vestido.
—¿No va a ir Hermana Suyin a casa? —La asistente fue al armario a buscar la ropa que Su Yin había dejado allí con anticipación.
Considerando que podría haber otros compromisos después de la filmación, había preparado algunas prendas para diferentes ocasiones en el camerino con anticipación.
—Primero, tengo que acompañar a los clientes.
—Entonces el Sr. Ji probablemente estará muy decepcionado en casa.
—Nada de eso —dijo Su Yin con calma.
Parecía que no estaba afectada en absoluto.
Después de cambiarse de ropa, Su Yin fue al club.
Se quedó toda la tarde.
Para cuando Su Yin finalmente salió del club, ya era de madrugada.
