—¡¿De qué estás hablando?! ¿Acaso soy una persona tan superficial?! ¡Una semana? ¡Si hasta me tomo un día! —He Wencheng le ladró a Zeng Zhen con molestia.
—Debo decir, creo que un día también sería posible si no fuera por la mala salud de Su Yin en este momento —Zeng Zhen afirmó con confianza.
He Wencheng parecía no querer involucrarse con Zeng Zhen.
—Hablando de eso, realmente tengo curiosidad.
Los tres hablaron mientras salían del hospital.
—¿Cómo de repente te gustó Su Yin? Parecías bastante tranquilo esta tarde. Salvaste a una persona del mar y ¿simplemente te gustó lo que viste? Dijiste que Su Yin era tu salvadora, que podrías darle tu cuerpo, pero maldita sea, tú eres el salvador de Su Yin, ¡ella ni siquiera tenía sentimientos por ti, y tú te enamoraste de ella irremediablemente?! —Zeng Zhen aún no entendía del todo.
—¿Cuándo dije que no podía liberarme de ella, usas tus palabras correctamente? —He Wencheng replicó.
Pero en este momento no lo negó.
