Estaba tan enfurecida que su rostro se tornó pálido. —Su Ze, ¿a quién llamas mujer loca? Escoria, solías decir que tenía una buena personalidad y que te gustaba, ¿y ahora me llamas loca? Ja, ¿estás tratando de presumir delante de Qiao Mianmian?
—Te aconsejo que no pierdas el tiempo. El hombre con el que está ahora es cien veces, mil veces mejor que tú. ¿Crees que todavía te quiere?
—¡Cállate! —gruñó Su Ze.
Él sabía a quién se refería Qiao Anxin.
Ese hombre...
No importa cuán reacio estuviera, tenía que admitir que no podía compararse con Gong Zeli.
Solo su estatus como Joven Maestro de la familia Gong era suficiente para oprimirlo.
Pero no creía que Qiao Mianmian estuviera realmente con Gong Zeli.
La conocía desde hace muchos años.
Ella no era una mujer materialista.
Debe haber... algún malentendido entre ella y Gong Zeli.
Eso es correcto, debe haber un malentendido.
