Wei Zheng se quedó sin palabras.
¿Era esta una pregunta adecuada?
Realmente quería decir: «Señorita Shen, el Presidente Mo ya está casado. Si quiere sopa, la Señora Joven puede preparársela. No está bien que una amiga como usted haga esto.»
Podía garantizar que el Presidente Mo nunca la bebería.
El Presidente Mo ni siquiera había echado un vistazo a la comida que Shen Rou había enviado anteriormente.
—Jaja, la Señorita Shen es muy considerada.
—Es mi deber —Shen Rou sonrió como si no oyera el sarcasmo en las palabras de Wei Zheng—. Mientras a Ah Si le guste, puedo cocinar todos los días. Estoy muy feliz de poder hacer algo por él.
Wei Zheng se quedó sin palabras.
Estás bien.
¡Pero el Presidente Mo y la Señora Joven están muy unidos!
¿Por qué cocinas para un hombre casado todos los días?
¿¡No es inapropiado?!
…
Fuera de la oficina del Presidente.
Wei Zheng llamó a la puerta y la abrió.
