—Él no permitía que ningún otro hombre se acercara a ella, pero, ¿qué pasa con él mismo?
—¿Acaso él no tenía también amigas del sexo opuesto?
—Ellos eran amigos de la infancia que se conocían desde hace más de 20 años.
—¿Quería decir que solo él podía prender el fuego y no permitir que la gente común encendiera lámparas?
—Cuanto más lo pensaba Qiao Mianmian, más agraviada se sentía.
—Bai Yusheng era una persona arrogante.
—Después de ser regañada sin razón por él, y por culpa de ella, probablemente no tendría que ir al set mañana.
—Retiró su mano que estaba a punto de arrebatarle el teléfono móvil y tocó las lágrimas en la esquina de sus ojos. Se dio la vuelta y lo ignoró.
—Que hiciera lo que quisiera. De todos modos, ella no podría detenerlo.
—Pero cuando pensaba en cómo el papel por el que había pasado tantas dificultades se había ido así no más, y era por su inexplicable celos, se sentía muy agraviada.
—En ese momento, realmente... odiaba a Mo Yesi a muerte.