Mientras se desvestía, la piel de la chica en la cama brillaba. Mo Yesi miró su cuello y luego su pecho…
Cuanto más profundizaba, más apasionado se volvía.
Lo peor…
Su seductor aroma todavía persistía en su nariz.
El deseo que había suprimido se estaba despertando lentamente de nuevo.
Mo Yesi observó a la chica con su camisa, y su respiración se aceleró.
Cuando la vio ponerse su chaqueta de traje, había pensado que si ella se acostara en su cama con el mismo atuendo, definitivamente perdería el control y la obligaría a subir a la cama.
Eso era exactamente lo que estaba pensando.
Pero…
Mirando a la chica dormir plácidamente, solo pudo respirar hondo y reprimir con fuerza la agitación en su cuerpo.
No importaba cuánto lo deseara… no podía despertarla.
Ella tenía que levantarse temprano la mañana siguiente.
—Suspiro —Mo Yesi suspiró impotente. Rápidamente abotonó los últimos botones y le colocó la delgada manta por encima.
Ella estaba durmiendo plácidamente.
