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Ella realmente apreciaba a la Vieja Dama.
Era una anciana hospitalaria y cálida que la trataba como a su propia nieta. Querría volver a visitarla a menudo si tuviera tiempo.
Especialmente después de que la Vieja Dama le dio esas propiedades.
Qiao Mianmian se sentía ahora incluso más cercana a la Vieja Dama.
Le gustaba tanto la Vieja Dama.
¿A quién no le gustaría una persona mayor que amaba y cuidaba de sus hijos y nietos sin pedir nada a cambio?
—No te preocupes —Mo Yesi la miró con amor y luego la besó en la frente—. Sé cómo manejarlo.
*
De vuelta en su hogar.
Qiao Chen les llamó para decir que pasaría la noche en la escuela ya que iba a tener una sesión de recuperación con sus amigos.
Qiao Mianmian habló con él un rato antes de ducharse y luego acostarse en la cama.
Antes de dormir, Mo Yesi le preparó nuevamente una bebida de azúcar moreno.
Qiao Mianmian la terminó, usó su teléfono celular un rato y pronto se sintió somnolienta.
