—La noche cayó y se encendieron las luces. ¡Un coche de lujo negro aceleraba por la carretera!
En el coche, Chu Yichen sostenía una tarjeta bancaria que pertenecía a Li An'an. Mostraba claramente que ella había recibido una enorme suma de 50 millones de yuanes de una cuenta extranjera.
Bajo las luces de neón parpadeantes de la ciudad, su expresión era oscura y sombría. Era como si una aterradora sombra se hubiera cernido sobre su entera persona. En la tenue luz, su rostro pálido y frío mostraba un atisbo de dolor.
—Li Cheng, quien estaba en el asiento del pasajero delantero, habló después de un rato —En aquel entonces, antes de que aquel conductor tuviera un accidente, él también recibió una enorme suma de dinero en su cuenta.
—La expresión de Li Cheng era solemne —Por lo que sabía, Li An'an no parecía alguien que tramara acercarse al CEO. Sin embargo, ¡la seguridad del CEO era lo más importante! Además, ¡el CEO no sería capaz de aceptarlo si Li An'an lo hubiera engañado!