Lu Ming se conmovió y estas fueron sus palabras sinceras. Desde que eran jóvenes, había querido protegerla de por vida.
Li An'an miró las marcas ambiguas en su cuello y se rió burlonamente. —Entonces, ¿dónde colocas a Xinyi? Si hay dos de nosotros y solo puedes elegir a una, ¿quién sería?
Lu Ming apartó la mirada. —Tú eres diferente a ella. No es necesario comparar, pero tu lugar en mi corazón es igualmente importante.
Li An'an preguntó, —¿La casaste porque la amas?
—An'an, tratarte bien no tiene nada que ver con si la amo o no.
Li An'an miró la superficie del mar con aún más burla. —Entiendo. Entonces, ¿puedes responderme una pregunta? Pero primero, tienes que prometerme que no le dirás a nadie lo que voy a contarte hoy.