Después de escuchar esto, Li An'an estaba a punto de irse aturdida. Se dio la vuelta y vio a Chu Yichen detrás de ella, lleno de frialdad. Sin embargo, no era por ella, sino por las palabras del mayordomo.
Mayordomo Chu colgó.
—Joven Maestro, ¡iré al extranjero a investigar inmediatamente para que no se use en su contra! —Chu Yichen asintió.
El mayordomo Chu salió apresuradamente de la villa y subió al coche para dirigirse directamente al aeropuerto. En aquel entonces, el Joven Maestro tuvo un accidente y fue tratado en un hospital privado en el extranjero. Los médicos de ese hospital tenían habilidades médicas excelentes y sus tarifas eran altas. ¡Ofrecían servicios exclusivos a dignatarios nacionales e internacionales! ¡La seguridad era excepcionalmente estricta, sin embargo, algo así había ocurrido!
¡Tenían que llegar al fondo de esto!
Li An'an tragó saliva. La expresión de Chu Yichen era tan aterradora que era como si un volcán hubiera hecho erupción.