—¡Crash!
Ji Hong estaba tan enojado que barrió las cosas sobre la mesa al suelo.
El eunuco a su lado estaba tan asustado que cayó de rodillas.
—Si Gu Ying va a la frontera, ¿qué pasa con Ming Yue? ¿Ya no le importa Ming Yue?
—¡Cómo se atreve el General Song a tomar tal decisión!
El General está haciendo esto por ti, el yerno del Emperador.
Mo Yu solo se atrevió a decir esto en su corazón por el General Song.
Lo único que se podía culpar era que la familia Liu era demasiado despreciable. Tenían que coludirse con los bandidos extranjeros en este momento. Si fuera un día después, ¿no se habría casado Gu Ying con la Princesa Ming Yue y le habría causado sufrir un desastre inmerecido aquí?
—¡Este subordinado está dispuesto a ayudar al General Xue! —Mo Yu no tenía más opción que recurrir a este movimiento, con la esperanza de apaciguar al emperador.
—¡Hombres! —Dos hombres más vestidos de negro aparecieron en la habitación. También eran Guardias Sombra del Dragón.
—¡Mi Señor!
