—¿Qué están haciendo ustedes? —preguntó.
—Además, por lo que he escuchado, ¿podría ser que están guardando rencor y quieren intimidar a mi hijo porque los castigué haciéndoles copiar las reglas de la escuela? —inquirió.
—¡No, no, no! —negaron al unísono.
—Señor, ha habido un malentendido. Solo pienso que estos dos niños pequeños son demasiado adorables, así que quiero preguntarle, ¿qué familia podría dar a luz a niños tan lindos! —explicó.
Cuando los otros estudiantes vieron la desfachatez de Xiong Qiu, quedaron realmente impresionados.
—¿Es así? —preguntó con escepticismo.
—¿Te intimidó? Dímelo. —Gu Ying les preguntó a los dos niños.
—Él no nos intimidó a mí ni a mi hermano. Es solo que él desprecia a los agricultores. Además, ni siquiera ha aprendido el Clásico de Tres Caracteres. —respondieron ellos.
Así, Si Bao y Tang Tang le repitieron todo lo sucedido a Gu Ying.
