Mo Ruyue miró al hombre que se acercaba y fingió estar calmada.
—Si tienes algo que decir, dilo rápido. No me hagas perder el tiempo.
Tenía que regresar rápidamente al Reino Demoníaco.
—¿Has olvidado que eres una discípula de la Secta Inmortal Xuanling?
—Lo siento, ya los he traicionado. Soy ya una discípula del Mundo Demoníaco y también estoy estudiando la cultivación demoníaca.
Mo Ruyue habló sin rodeos. Ya que las cosas habían llegado a este punto, no había necesidad de ser hipócrita frente a Ling Shoumo.
Simplemente no le gustaba la Secta Inmortal Xuanling.
Si la Secta Inmortal Xuanling le hubiera dado muchos buenos recuerdos, quizás los echaría de menos.
Sin embargo, no tenía ningún buen recuerdo aquí.
—Eres una discípula de la Secta Inmortal Xuanling. Una vez que eres discípula de la Secta Inmortal Xuanling, siempre serás discípula de la Secta Inmortal Xuanling.
—Digas lo que digas, es un hecho que los traicioné.
Mo Ruyue estaba demasiado perezosa para explicar.
