—Tienes tus propias manos y pies. Piensa en una manera. No puedes dejar que tu salvador te sirva como un esclavo, ¿verdad? Si tienes dinero, puedes contratarme para que te sirva, pero mi tarifa de aparición es muy alta. ¡No puedes permitírtelo! —Después de todo, el Rey Lobo era una bestia salvaje. Definitivamente no llevaba mucho dinero encima.
No quería servir a Di Chenxiao.
Incluso si él era guapo, el Señor Demonio era aun más guapo. Si ella se le pide hacer algo, ¿no tendría que pagar obedientemente?
Ella era una mujer tan materialista. Si no fuera materialista, ¿qué comería, dónde viviría, qué llevaría puesto?
La comida mental no podía llenar el estómago de uno.
Comprar esta casa costaría dinero.
—No tienes que servir a este rey, este rey puede servirte. Tienes razón, eres el salvador de este rey.
—No necesito que me sirvas —Después de decir eso, Mo Ruyue llevó a Li Zeyan a la cocina.
El estaba listo para cocinar.
Aunque no tenía hambre, no sabía qué hacer.