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Mientras Ming Sihan y Ling Shoumo luchaban, una fuerte ráfaga de viento se formó a su alrededor. Nubes oscuras avanzaban en el cielo, y las hojas en el suelo se movían como si estuvieran a punto de ser arrancadas por el viento.
Todos los seres vivos en un radio de diez millas tenían sus órganos internos destrozados. Este era el resultado de una verdadera batalla entre expertos.
Anteriormente en Montaña Etérea, los dos no habían usado realmente su fuerza.
Si luchaban allí, más personas podrían resultar heridas.
El escudo protector dorado se agrietaba poco a poco.
Ling Shoumo apretó los dientes y miró a Ming Sihan fríamente.
¿Este hombre estaba preparado para perecer junto con él?
Con un estruendo, ambos fueron repelidos por una poderosa fuerza.
Ling Shoumo se arrodilló en una rodilla, sujetándose el pecho, y escupió un bocado de sangre.
Había un tinte de caos en medio de la devastación.
Parecía estar sufriendo mucho dolor.
Ming Sihan no estaba en mejor estado.
