—No están peleando. Claramente están compitiendo en danza.
—Si hubiera Ducha de Pétalos, la escena sería aún más hermosa.
—Sí, dos mujeres hermosas peleando es mucho mejor que dos hombres peleando.
La escena se convirtió en una escena de perseguir estrellas. Todos trataron la pelea como una competición de danza.
Después de que se asentó el polvo, Mo Ruyue miró fijamente a Jiang Mo. Jiang Mo bajó la mirada y observó un mechón de cabello que se había caído. Ella frunció el ceño.
—Parece que perdí —admitió Jiang Mo, sintiendo un poco de arrepentimiento por no haber obtenido el primer lugar.
—De hecho, ya eres muy impresionante —animó Mo Ruyue.
Al escuchar el elogio de su oponente, Jiang Mo sonrió y dijo:
—Gracias por el cumplido.
Ella se dio la vuelta y se fue, sin saber cómo explicarle esto a su maestro.
Al final, Mo Ruyue ganó el último partido.
