—Zeyan, suelta a tu hermana —Mo Ruyue miró al chico que ya había alcanzado su hombro y se sintió un poco impotente. ¿Debería enseñarle a Li Zeyan una lección sobre la diferencia entre hombres y mujeres?
—No quiero —Li Zeyan sacudió la cabeza con enojo.
Su hermana ya no lo dejaba abrazarla más. ¿Era por culpa del demonio?
—Sé bueno, obedece. Ahora eres un adulto. Tienes que entender que hay una diferencia entre hombres y mujeres. No puedes abrazar a una chica así como así, ¿entiendes? —Mo Ruyue dijo con sinceridad.
—Solo abrazo a mi hermana, no a otras chicas.
—Tu hermana también es una chica —Mo Ruyue se secó la frente sin saber qué hacer.
—Es por culpa del señor demonio que hermana ya no quiere a Zeyan, ¿verdad?
—Esto no tiene nada que ver con el Señor Demonio. Tienes que saber que los chicos no pueden abrazar a las chicas así como así, ¿entiendes?
—Pero Zeyan solo quiere abrazar a Hermana —no solo quería abrazar a su hermana, sino que también quería monopolizarla.