Pero ahora que la esposa del magistrado estaba sufriendo de una extraña enfermedad y hacía mucho que no recibía visitas, era como si el magistrado hubiera perdido un poderoso apoyo. Lo que era peor era que aún había personas difundiendo rumores sobre la esposa del magistrado, diciendo que padecía de una enfermedad grave de la que era difícil recuperarse y que no le quedaba mucho tiempo. Esto también afectaba hasta cierto punto la reputación del magistrado.
Por lo tanto, el magistrado del condado también estaba muy preocupado por este asunto. Había estado buscando activamente tratamientos médicos de diversas fuentes, pero había tenido mala suerte y no había podido encontrar a nadie que pudiera tratar realmente esta extraña enfermedad.
