Qin Qinghao realmente lo había logrado, haciendo de su madre la mujer más respetada del mundo. Sin embargo, debido a sus luchas, el matrimonio se retrasó hasta hace tres años. Ahora, sus dos hermanos menores tenían hijos, y su propio hijo solo tenía tres años.
En cuanto a los nietos de Mo Ruyue que salían a jugar sin que ella los cuidara, era todo porque los niños sentían lástima por ella. Sentían que ella había criado a tantos de ellos desde que eran jóvenes y no querían que estuviera tan cansada. Además, sus esposas podían cuidar bien de sus hijos, aunque hubiera gemelos o trillizos en varias familias y no faltaran sirvientes en casa. Mo Ruyue estaba feliz de estar ociosa y a lo sumo pasaba el día besando a sus nietos.
Mo Ruyue y su esposo se atrevían a salir a jugar de manera ostentosa porque eran consentidos por los niños.
Según los niños, cuando eran jóvenes, su madre los consentía y los criaba. Ahora, era su turno de consentir a su madre.