En este momento, también llegó el posadero.
—Tan pronto como entró, se arrodilló en dirección a Mo Ruyue.
—Este servidor saluda a la Princesa Ming Yue.
—No hace falta tanta formalidad.
—Este servidor no se atreve. Este siervo ha venido para pedir el perdón de la princesa.
Realmente, el posadero no se atrevía a levantarse. El asunto de hoy podría considerarse que ha perjudicado a nuestros Joven Señor y Joven Señorita.
—No es nada. Levántate primero. No es tu culpa lo que pasó hoy.
—¿De quién es ese niño?
Wei Yi se adelantó y ayudó a levantar al posadero.
—Gracias —El posadero le agradeció apresuradamente en voz baja.
—Ese es el joven maestro de la familia Zhao.
—Yo me encargaré de este asunto, no tienes que preocuparte por ello —Gu Ying le dijo a Mo Ruyue.
Mo Ruyue asintió y dejó el asunto en sus manos.
Ella preguntó al posadero acerca de la situación de la tienda de platos de hierbas y le permitió volver.