Una ráfaga de aire frío azotó su rostro con finos copos de nieve. El patio ya estaba cubierto de una gruesa capa de nieve, e incluso el exterior del patio ya era un mundo de plata y blanco.
—Realmente está nevando —Mo Ruyue no pudo evitar suspirar.
Cuando llegó a este mundo por primera vez, era a principios de primavera. Ahora, la primera nieve ya había caído, lo que significaba que había estado en este mundo por casi un año.
El tiempo había pasado tan rápido que ni siquiera se había dado cuenta. Sin saberlo, ya había experimentado las cuatro estaciones del año en este mundo.
Justo cuando suspiraba, la puerta de la habitación contigua se abrió de golpe. Los chicos salieron corriendo y se dirigieron al patio, vitoreando y saltando de alegría.
—¡Está nevando, está nevando! Me estaba preguntando por qué hacía un poco de frío. ¡Está nevando! —San Bao era el más emocionado, saltando arriba y abajo como un mono viviente, vitoreando mientras lo hacía.
