—Pero todavía quedan unos días hasta el primer día del Año Nuevo —dijo la Señora López—. ¿Solo vamos a quedarnos sin hacer nada durante estos días?
—En estos pocos días, no sabemos cómo nos tratará Adrián Zhekova. No sabemos cuánto perderá nuestra familia —frunció el ceño la Señora López y habló con amargura.
—Creo que deberíamos ir a la casa de nuestra hermana mayor —dijo Ricardo López.