Cindy Clarke estaba totalmente atónita.
Cuando Adrián Zhekova la soltó, Cindy todavía lo miraba fijamente sin decir nada.
—Ad... Adr... —Cindy estaba tan sorprendida como avergonzada; su cara ardía tanto que parecía como si fuera a explotar.
Aunque estaba mirando a Adrián, su visión parecía borrosa.
—Adrián Zhekova —Adrián sonrió y la ayudó a decir su nombre completo—. ¿Ya ni puedes decir mi nombre?
—Tú... —Cindy estaba tan impactada que no sabía qué decir.
A pesar de tener la mente llena de pensamientos, ni una sola pregunta cruzó sus labios.
Su mente estaba demasiado caótica como para pensar en siquiera una pregunta.
Cindy ni siquiera notó que inconscientemente había sido acorralada contra la pared por Adrián.
—¿Sólo somos amigos? —Adrián la miró desde arriba.
Cindy tomó una profunda respiración para calmar sus nervios, intentando reunir suficiente valor para decir una oración completa.
Pero no pudo evitar sentirse un poco indignada.
¿Qué otra cosa podrían ser?