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Finalmente, con la ayuda de Adrián Zhekova, la pancarta quedó completamente extendida.
Morgan Zhekova se esforzaba por llevar la pancarta hasta Sheldon Rowland.
La pancarta era demasiado larga para el pequeño, y le resultaba muy difícil sostenerla.
Incluso cuando la enrollaba, casi era tan alta como él.
Una parte de la pancarta se arrastraba por el suelo.
—Tío Sheldon —llamó Morgan con claridad, entregándole un extremo de la pancarta a Sheldon Rowland—, levántala después.
Sheldon Rowland la tomó rápidamente, sabiendo que la orden del joven amo no se podía desobedecer.
Luego Morgan sostuvo el resto de la pancarta y se dirigió a Victoria Wheeler.
Victoria Wheeler resultó estar sentada en el otro extremo.
—Abuela —dijo Morgan de nuevo con claridad.
No había mucho sentimiento antes.
Pero ahora, tanto Adrián Zhekova como Morgan estaban allí.
El contraste entre los dos los hacía muy parecidos.