Adrián Zhekova entrecerró sus ojos descontentos:
—¿Realmente necesito pedirlo yo mismo? Tú entregas comidas a nuestra empresa, ¿no sabes traer una para mí?
Cindy Clarke se quedó atónita.
No tenía planeado verlo, ¿verdad?
—Eres el ocupado CEO de Grupo Pingla. ¿Y si no estás en la empresa? ¿Y si te has ido a socializar? ¿O qué tal si... ya has pedido algo? —Cindy explicó.
Adrián Zhekova sacó su teléfono móvil:
—Nos añadimos el uno al otro en Whatsapp, ¿verdad?
—Sí —Cindy asintió obediente.
—¿Por qué no me preguntaste primero? Ya que sabías que venías, podrías haber preguntado si ya había comido, y si no, traer una para mí —dijo Adrián Zhekova con descontento.
—Lo siento —Cindy sintió que en efecto había cometido un error y bajó la cabeza para disculparse.
Sin embargo, ella había planeado entregar las comidas e irse sin dejar que él se enterara.
Pero inesperadamente, se toparon.
Y aún más inesperado, Adrián Zhekova vino activamente a buscarla.