—¿Tienes miedo? —preguntó a su pequeño con dulzura Cindy.
—¡No tengo miedo! —Morgan Zhekova pió—. ¡Cindy, yo te protegeré!
Las palabras de Morgan hicieron que muchos de los espectadores se sintieran incómodos.
¡Qué exceso el de ellos por acosar a Cindy y a Morgan, madre e hijo!
—Si no nos van a dejar ir, está bien. Pero no me disculparé porque no hemos hecho nada malo desde el principio. Tampoco les permitiré que acusen falsamente a mi hijo —dijo Cindy Clarke con leve sonrisa.
—Todos ustedes están en sus veintitantos años, ¡y están intimidando a un niño de cuatro años! Qué vergüenza —Cindy sonrió con sarcasmo.
—¡Ustedes son estudiantes del Colegio Médico Capitol, cierto! —Cindy de repente elevó la voz, asegurándose de que todos a su alrededor pudieran escucharla claramente.