Williams se quedó un momento en silencio, procesando la información. La nave Antares, Pandora, todo lo que había visto solo en los libros de historia a lo largo de los años, algo que solo se atrevía a imaginar en sus sueños y sin embargo, ahí estaba él, en medio de lo que parecía ser el futuro de la humanidad.
- Pandora, muéstrame los sistemas de la nave - ordenó Williams.
De repente, las paredes de la nave cobraron vida con pantallas holográficas que mostraban mapas estelares, sistemas de soporte vital, propulsores de energía oscura y más. Williams pasó sus manos por los hologramas, maravillado por la tecnología que lo rodeaba.
- Estos son los sistemas principales, señor. También tenemos un hangar con vehículos de exploración, laboratorios de investigación y cámaras de criogenización para viajes largos, lo único que nos falta es personal señor- explicó Pandora.
-Con qué personal eh- murmuró Williams - Muy bien yo me are cargo de reclutar el personal adecuado pandora solo dime que tipo de personas necesitamos- dijo Williams con determinación
-Entendido señor, actualmente necesitamos personas capacitadas para operar ciertas áreas dentro de la nave como personal de logística, personal médico así como también personal que se encargue del mantenimiento de ciertas áreas-
-Muy bien, lo tengo, ahora cuéntame más acerca de las anomalías que mencionaste antes Pandora- dijo Williams
- Por supuesto, señor. Las anomalías detectadas son brechas en el tejido del espacio-tiempo, posiblemente causadas por experimentos con tecnología de agujeros negros en el pasado. Son inestables y podrían ser la puerta a otros universos o... el fin del nuestro - explicó Pandora con seriedad.
-Esto es muy serio, necesitamos partir lo más pronto posible- dijo Williams con seriedad -muy bien Pandora, prepara todo lo necesario para partir en una semana, es el tiempo que necesito para reclutar el personal para la nave- dijo Williams mientras se dirigía a la salida de la nave.
- Como desee, señor. Comenzaré los preparativos de inmediato - dijo Pandora.
- Perfecto, nos vemos en una semana Pandora- dijo Williams mientras salía de aquella magnifica nave.
Después de un tiempo de salir de la nave, Williams se reunió con su amigo Dion el cual lo estaba esperando ya desde hace un tiempo junto con todos los demás.
-¿Donde estabas amigo?- preguntó Dion con gran preocupación mientras sujetaba a Williams de los hombros.
-No tengo tiempo de explicarte Dion, necesito tu ayuda con algo- dijo Williams con una sonrisa muy casual.
-¿Mi ayuda?- preguntó Dion desconcertado por tan repentina declaración.
-Claro pero necesito decírtelo en privado, ¿te apetece vernos esta tarde en el centro de la ciudad?- dijo Williams sin rodeos.
-Entiendo, me parece adecuado entonces nos vemos mas tarde- le decía Dion a Williams mientras se despedían.
Más tarde en el bullicioso centro de la ciudad, donde la vida seguía su curso ajena a las maravillas y misterios que se ocultaban en la nave Antares se encontraba Williams contándole todo lo que le sucedió esa mañana y del maravilloso descubrimiento de aquella nave a Dion y mientras esté escuchaba la historia más fascinado se veía y después de un tiempo Williams le contó acerca de la tarea que tenía y entre más escuchaba iba frunciendo más el ceño hasta que le dijo Williams
-Sabes, es muy difícil encontrar a este tipo de personas, ¿acaso sabes dónde encontraremos a estas personas? - inquirió.
- Por todas partes - respondió Williams con una sonrisa. - La nave Antares no es solo una nave; es un crisol de posibilidades. Atraerá a aquellos que buscan más que la vida cotidiana.-
-Muy bien te ayudare en tu búsqueda pero no te garantizo que encontraremos lo que necesitas- respondió Dion mientras los dos se dirigían a realizar su ardua tarea de reunir a un grupo diverso de individuos, cada uno con habilidades únicas y una sed insaciable de aventura.
Una semana después, la nave Antares estaba lista para partir. La tripulación, una mezcla ecléctica de soñadores y todo tipo de personal de diferentes trabajos, se reunieron en el hangar, mirando con asombro la majestuosa nave que sería su hogar en el vasto vacío del espacio.
- Bienvenidos a bordo de la Antares - anunció Williams, su voz resonando por todo el enorme hangar. - No les prometo un viaje fácil, pero les prometo que será una aventura como ninguna otra. Juntos, exploraremos las anomalías, enfrentaremos peligros y tal vez, solo tal vez, encontraremos un nuevo hogar para todos nosotros, así que quiero que me digan, ¿estan preparados para afrontar este gran viaje conmigo?-
-¡Si señor estamos listos!- gritaron todos los presentes y mientras aplaudían, el sonido de sus esperanzas y sueños llenando el aire. Pandora, ahora con una voz que llevaba un matiz de emoción programada, dio la bienvenida a cada miembro a bordo.
La nave Antares se elevó, dejando atrás el planeta que había sido su cuna durante siglos. Frente a ellos se extendía el infinito, un lienzo en blanco listo para ser pintado con las hazañas de la humanidad.
Y así, con Williams al mando y Pandora guiando su camino, la Antares se adentro en la oscuridad, llevando consigo las esperanzas de un futuro brillante.