—¡Soy el heredero de Xie Luan! —El linaje de demonio celestial apareció sobre la cabeza de Xie Nianqing, y su impactante poder demoníaco se extendió en todas direcciones.
—¡El linaje mutante de la familia Xie, y... Tal Qi demoníaco denso, tal aura pura del Dao demoníaco! —El Emperador estaba conmocionado.
—¿Y ahora qué? —preguntó Lu Ming.
—Muy bien, nosotros, el clan del diablo, aceptamos esta apuesta. ¡Te seguiremos y lucharemos hasta la muerte con la familia Xie! —El Emperador apretó los dientes y aceptó.
—Muy bien entonces. No demoremos más. ¡Vamos! —Lu Ming estaba eufórico. La fuerza del clan Mosha no era débil. Habían aumentado su poder de la nada.
Buzzzzzz! Buzzzzzz! Buzzzzzz!
El grupo voló rápidamente hacia la salida del Reino Demonio Abismal. Pronto, la ciudad en la salida del Reino Demonio Abismal estaba a la vista. Sobre la ciudad, había una barrera de luz que envolvía toda la ciudad.