Al ver a los dos irse, Luo Xin suspiró y dijo —Qué lástima. ¡Sería genial si un genio como este pudiera ser utilizado por la Cámara de Comercio de la Llama!
—Joven señorita, eso es imposible. Estos dos son tan jóvenes, pero ya han alcanzado el reino Rey pico. Deben ser herederos de alguna gran fuerza. En unos años, incluso podrían estar en la lista de los 1000 mejores talentos. Su futuro no tiene límites. ¿Cómo nuestra Cámara de Comercio de la Llama puede invitar a gente así? —el Rey pico de la Cámara de Comercio de la Llama se acercó al lado y dijo suavemente.