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Una trampa, todo era una trampa.
Todo el mundo finalmente entendió que todo era una trampa preparada por la gente del abismo de entierro de dragón.
Aunque no sabía qué método habían usado las personas en el abismo de entierro de dragón, la guarida del dragón había aparecido por ellos.
La razón era que este genio del abismo de entierro de dragón quería usar su sangre para cultivar su habilidad divina.
—¿Quieres mi sangre? ¡Sigue soñando! —Huang Chixuan rugió, sus brazos se sacudieron y usó el Corte Escarlata. Con un solo golpe, más de una docena de tentáculos fueron cortados.
Lamentablemente, era inútil. Los tentáculos se formaban inmediatamente.
—Ja, ja, no sirve de nada. El plan que he preparado es infalible. Solo espere su muerte —el joven del manto de sangre se burló.
—¡Unámonos y carguemos en la misma dirección! —Xuan Feng, que había estado en silencio todo este tiempo, finalmente habló.
—¡De acuerdo, acepto! —Bu Feifan y Sun Chu asintieron.
Lu Ming también asintió.
