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Lu Ming estaba a un lado y observaba en silencio sin decir una palabra.
—Ah Lei le explicaba en voz baja. Este hombre era el hijo de su segundo tío, su primo, y nunca se habían llevado bien.
—¿Que puede curar el veneno del abuelo? Tonterías, muchos alquimistas no pudieron curarlo, ¿cómo podría hacerlo este mocoso? No te dejes engañar por este chico. —Desolado Ning alzó las cejas y gritó.
—Hmph, el hermano mayor Lu es nuestro amigo. ¿Por qué nos mentiría? Además, si no dejamos que el hermano mayor Lu lo intente, ¿cómo sabremos si no puede hacerlo? ¡Vamos, quítate de en medio! —Habiendo dicho eso, A-Qing jaló a Lu Ming y pasaron caminando alrededor de Desolado Ning, yendo hacia adentro.
El rostro de Desolado Ning estaba sombrío.