Sin embargo, el Emperador Marcial Di Yi era tan poderoso que había bloqueado completamente su camino. No importaba cuánto lo intentaran, era inútil.
¡BOOM! ¡BOOM!
El Palacio Divino Supremo y las impresiones de la palma de Di Yi y el Emperador Marcial colisionaron. Continuaron temblando y más lugares explotaron. Finalmente, el entero Palacio Divino Supremo se agrietó.
—Ah, viejo pedorro, ¿por qué aún no has llegado? ¿Lo hiciste a propósito? —En la multitud, el Gordo rugía repetidamente.
En el cielo, el Supremo nueve soles y Yan Kuangtu habían unido fuerzas y luchado con el Emperador Marcial Di Yi por más de una docena de movimientos.
Los espectadores, incluidos los seis artistas marciales supremos, estaban todos asombrados.
El Supremo de los nueve soles y Yan Kuangtu eran demasiado poderosos y anormales. Podían en realidad luchar contra el Emperador Marcial Di Yi hasta este punto. Era simplemente aterrador.
