Esta vez, tras perder a Ruan Tingting, tuvo que pagar un precio enorme para contratar a los dos monstruos de Qinghe.
Le dolía el corazón al pensar en el precio que había pagado.
Era culpa de esa p * rra de Ruan Tingting. Era todo por culpa de Lu Ming por interferir. De otro modo, no tendría que pagar un precio tan elevado.
Estaba decidido a ganar esta competencia.
Además de su hija, Ye Qing, tenía dos hijos. Tenía que luchar por los puestos para entrar en la montaña de los cien zuns por sus dos hijos. Solo de esta manera podría seguir prosperando su familia Ye.
—Y... —La boca de Ye Fa reveló una sonrisa de suficiencia. Otros no lo sabían, pero él, el ancestro de la familia Ye, había logrado un avance hace unos días, del tercer nivel del océano espiritual al cuarto nivel del océano espiritual, incrementando enormemente su potencia de batalla.
De esta manera, la fuerza de la secta de la espada del viento aumentaría significativamente.