—¡Rompe! —murmuró Jiang Taixu. Su palma era como una espada, y él la lanzó hacia adelante.
¡BOOM! ¡BOOM! En un instante, nueve escudos explotaron, pero no fue todo. El 10°, el 11° y el 12° escudos explotaron.
En un parpadeo, 18 escudos explotaron.
—¡Rompe de nuevo! —gritó Jiang Taixu, y la agudeza en sus ojos aumentó. Volvió a atacar con su palma. Esta vez, todos parecían ver un sable avanzando.
¡Bang! ¡Bang! Un escudo tras otro explotó. El viento fuerte y el Qi fueron contraatacados, pero la figura de Jiang Taixu permaneció inmóvil.
Continuó atacando, destrozando todo.
Al final, un total de 28 escudos fueron rotos.
Jiang Taixu había roto veintiocho de las treinta y seis piezas, lo cual era un logro asombroso.
En el reino del rey, nadie había podido romper los treinta y seis escudos.
Aparte de Jiang Taixu, el más fuerte entre las 18 personas en esta ronda solo había roto 12 escudos. La brecha era demasiado grande.
